jueves, 8 de octubre de 2015

              EL CAMINO ANGOSTO Y EL CAMINO ANCHO

                                     La  verdadera confesión de fe.

                                            EVANGELIO  DE MATEO   Cap. 7: 13 al 29.

                              La puerta estrecha

V 13: Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;


V 14: Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Vamos a estudiar el contexto de éstos dos versículos.


Por sus frutos los conoceréis
15: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces


16: Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

17: Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

18: No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

19: Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 

20: Así que, por sus frutos los conoceréis.



Nunca os conocí

21: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

22: Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

23:Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. 


Los dos cimientos
24: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

25:Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

26: Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

27:Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

28:Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;

29: Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
     Para tener en cuenta:

     1-Hay dos puertas
     2-Hay dos caminos

     Vamos a dividir ésta enseñanza en dos partes, las cuales  a su vez, he subtitulado con dos    preguntas
    1ª ¿Cómo se puede ser salvo?
    Respuestas:
    a) Pasando por la puerta estrecha.
    b) Recibiendo a Cristo, por medio de la fe.

2ª. ¿Cómo saber si de verdad hemos pasado por la puerta estrecha?
Respuesta:
Porque en éste momento estamos caminando por el camino angosto.

Hay una gran diferencia.

Por lo general, las personas recién convertidas, siempre hablan del momento en que se convirtieron, de cuando aceptaron a Jesucristo como su salvador personal. Pero casi nunca hablan de su vida actual, de su estilo de vida en el presente, después de haber hecho su oración de fe.
La persona cree que ha pasado por la puerta estrecha,  toda su confianza está puesta en el momento en que hizo la oración de fe. Está seguro de que es salvo, porque confesó con su boca que Jesucristo es el Señor, porque ésto es lo que estamos enseñando: "Si confiesas con tu boca que Jesucristo es el Señor, serás salvo". Pero hay una gran diferencia entre confesar y cambiar. Como quien dice: "Del dicho al hecho hay mucho trecho"

¿Cuál es esa gran diferencia?

La prueba  de que una persona ha pasado por la puerta estrecha, es que está caminando por el camino angosto. Pero la mayoría de las personas que se convierten, dicen que han pasado por la puerta estrecha, pero  siguen caminando por el camino espacioso. Sus vidas no reflejan un cambio, dicen que son cristianas, se congregan en una iglesia, Van a los ayunos, a las vigilias, incluso con mas frecuencia que muchos de los que llevan años en el evangelio;  pero sus vidas no han sufrido ningún cambio.
¿Qué es lo que ha pasado? Porqué las personas creen que han pasado por la puerta estrecha? Y que son salvos? De dónde han sacado esto o porqué piensan así?
Nosotros somos los responsables. Nosotros los que evangelizamos. Evangelizamos mal, quizá porque aprendimos mal. El evangelio actual es muy diferente al evangelio  que se predicaba antes. Cuando yo era niña, recuerdo que en uno de los salones de la escuela Dominical, había un cuadro grande con los dos caminos y las dos puertas, y  al final del camino ancho, estaba el lago de fuego, y al final del camino angosto, una imagen del cielo y los ángeles. Así lo enseñaban antes, pero ahora no, ya no hablamos del camino espacioso, ni del camino angosto. Solo enseñamos que Jesús es la puerta y que si lo aceptas y lo confiesas como tu Señor y salvador  (es decir, pasas por la puerta) ya eres salvo.  Pero no es del todo así.  Después que aceptamos  y  confesamos a Jesucristo como nuestro Señor y salvador, tenemos que caminar por el camino angosto, porque espacioso es el camino que lleva a la perdición, es decir al infierno. El paso a seguir después que aceptamos a Cristo,  (Después que hemos pasado por la puerta estrecha, es caminar por el camino angosto.  Es decir, arrepentirnos de todo los pecados cometidos cuando caminábamos por el camino ancho, bautizarnos  y  como dijo Juan Bautista “Dar frutos dignos de arrepentimiento”  ¿Qué quiere decir esto?  Tenemos que demostrar, dar pruebas o muestras de que de verdad nos  hemos arrepentido, no volviendo a hacer lo que hacíamos antes. Efesios 4:28-29  El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Frutos dignos de arrepentimiento quiere decir eso: Demostrar que de veras ha habido un cambio en nuestras vidas. Es caminar por el camino angosto. Es no entristecer o contristar al Espíritu Santo de Dios, es obedecer, porque cualquiera puede creer, pero no todo mundo obedece, no se someten a la palabra de Dios. Veamos lo que dice Santiago 2:19 " Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan".."V.20 :.Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? Las obras a las que se refiere el Apóstol Santiago, son las obras de arrepentimiento, a la obediencia semejante a la de Abraham.
Entonces, no nos podemos quedar  solo con la confesión de labios, hay que caminar por el camino angosto, demostrando que  tenemos una nueva vida en Cristo Jesús. No es por confesar que Jesucristo es el Señor, es por obedecer su palabra. Vamos a ver el contexto.
Versículo 15
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”
Muchas personas que dicen haber aceptado al Señor, están disfrazadas de ovejas, pero son lobos rapaces. Los lobos se comen a las ovejas, y si no se las comen las destrozan., las ahuyentan, las esparcen, las atemorizan. Y muchos de ellos entran a las congregaciones, muy humilde y amablemente. Pero el Señor sabe quiénes son. Juan 2:23-25 dice: “Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues sabía lo que había en el hombre.”
Más adelante en el verso 16 al 20 dice :
“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 
Así que, por sus frutos los conoceréis”.
Así que por sus frutos los conoceréis. Tu puedes decir que aceptaste a Cristo, incluso puedes haberte bautizado, pero si no  hay un cambio en tu vida si sigues diciendo las mismas palabrotas, sigues mintiendo, sigues con el ego más grande que un palo de coco, sigues siendo egoísta, orgulloso, rencoroso, sigues visitando los mismos lugares cochinos, sigues escuchando la misma música vulgar, sigues viendo pornografía, déjame decirte que no has   entrado por la puerta estrecha, aunque hayas confesado con tu boca que Jesucristo es el Señor y no has sido salvo. Algunas personas  hacen su decisión de fe y comienzan a caminar con el Señor, pero luego se desvían de la voluntad de Dios y comienzan a caminar por el camino espacioso. Y deja de dar frutos de arrepentimiento. Esta es la prueba de que no ha pasado por la puerta estrecha. Entonces  No es por confesar a Cristo  con tu boca, es por los frutos que se reconoce, por esos "Frutos dignos de arrepentimiento de los que habló Juan Bautista, que has pasado la puerta estrecha. Este es el contexto de los  tres primeros versículos. (13-14-15)
La única forma en que podemos saber que una confesión de fe es auténtica es por medio de sus frutos. No dice que es por tu decisión  u oración de fe. Es por el cambio que hay en tu vida, porque eres una nueva criatura, una nueva creación de Dios. Naciste de nuevo, a una vida con Cristo.

Vamos a los versículos  21 al 23.  
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
Aquí vemos, como no es por confesar  que Jesucristo es tu Señor.  “No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos”   Dios dice en su Palabra “Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí”  y también dice “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
(Isaías 29-13, Mateo 15:7-9;  Lucas 6:46) 
Cuando una persona acepta a Cristo, nosotros no sabemos todo lo que tiene en su corazón, porque hay muchas razones por las que una persona comienza a congregarse  o muchas razones por las que acepta a Cristo. Pero con el tiempo, Cristo sacará todo a la luz, porque dice “Que no hay nada oculto que no haya de ser revelado”
No es por confesar  a Cristo como Señor, Señor, porque una persona puede hacer milagros y prodigios  en el nombre de Jesús, pero su corazón puede estar lleno de rencor, de maldad y de odio. En el capítulo 13 de 1ª. A Corintios dice que podemos hacer todo lo que queramos, pero si no hay amor en nuestro corazón, no estamos haciendo nada.
Por último los versos 24 al 27 dice:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”
“Cualquiera que oye éstas palabras y las hace”  es decir, el que  es obediente, será comparado con  ese hombre prudente, que por poner a Cristo como cimiento de su vida,  sobrevivió a la disciplina o el juicio de Dios.  Pero el insensato, el que no obedeció, fue grandemente arruinado.
Conclusión:
Versos 13 y 14 
Hay dos puertas (2 entradas): Una lleva a la vida y otra a la muerte.
Hay dos caminos: Uno lleva a la vida y el otro a la muerte
Versos 17 y 18
Hay 2 árboles: Uno que produce buenos frutos y otro que produce malos frutos
Verso 21
Hay dos tipos de confesión de fe: Una confesión de fe de una persona que no hace la voluntad de Dios, que dice Señor, Señor, y es destruida  y una confesión de fe de una persona que hace la voluntad de Dios.
Versos 24, 25,26 y 27
Hay dos casas: Una casa fundada en la roca y el hombre sobrevive a los vientos y las lluvias (esto es juicio de Dios) y otra casa fundada sobre la arena y el hombre es totalmente arruinado.
El que no entra por la puerta estrecha, el que no camina por el camino angosto, el que no da buen fruto, el que confiesa pero no cambia de vida y el que no pone a Cristo (La Roca) como fundamento de su vida ;  será arruinado, cortado e irá a destrucción.
Dios les bendiga.

calepafo55@hotmail.com


domingo, 16 de agosto de 2015

ASÍ COMO TU JARRÓN

                                              ASÍ COMO TU JARRÓN

¿Alguna vez has tenido un jarrón favorito, o algún adorno especial, al cual cuidas y proteges en extremo  porque es un recuerdo de tu tátara  o bisabuela, o de tu mamá, o de una amiga muy especial, o porque te costó mucho dinero, o te lo trajeron de España o Francia o de USA  o  de Villa de Leiva o de no sé, cualquier parte. Pero aprecias mucho ese jarrón por alguna razón en especial  y  le dices “¿Dónde te pongo que no te caigas?”  Verdad?
Pero un buen día, llegan a tu casa visitas y traen consigo, un niño tremendamente travieso, hiperactivo, como solemos decir, y  brincando de un lado a otro, ¡SAZ! Tropieza la mesita que compraste especialmente para poner allí tu preciado jarrón; el jarrón cae al piso hecho añicos y, bueno tú para no molestar a tus visitas, finges que no ha pasado nada, regañan al niño, lo castigan por un momento, pero nadie habla de reparar el daño. Tú recoges los pedazos de loza o cristal y los guardas cuidando que no falte un solo pedacito. Cuando la visita se va, inmediatamente corres a donde guardaste tu jarrón hecho pedazos, buscas y si no tienes, compras la mejor goma instantánea y, procedes a restaurar tu jarrón, pedazo a pedazo con el mayor de los cuidados y mucha delicadeza y dedicación. Cuando terminas, lo vuelves a poner en su mesita (Y hasta le cambias el tapete), para que siga siendo útil.
Arreglaste tu jarrón, lo restauraste, lo recuperaste. Eso mismo es lo que hace nuestro Señor Jesucristo  con nosotros. En la vida, tropezamos, caemos, nos cansamos, somos heridos, calumniados, rechazados, nos mienten, nos traicionan, etc. También sufrimos por nuestras mismas acciones, nuestra terquedad, las malas decisiones que tomamos o nuestras reacciones. Esto, puede, finalmente acarrear problemas serios a nuestras vidas y un día nos damos cuenta que estamos en un callejón sin salida, o peor aún en el “lodo cenagoso”   como dijo el salmista. (Salmo 40:2). Es en ese momento cuando recuerdas que hay un Dios que todo lo puede, del cual recuerdas haber escuchado que “Es amor”. Entonces, miras al cielo, levantas tus manos y clamas. Él te escucha, ve en el estado en que te encuentras, y siente compasión por ti. Entonces extiende su mano, te levanta y, como al jarrón, te restaura, pedazo a pedazo, con todo el amor y la dedicación, como solo Él puede hacerlo. Como tú,  a tú jarrón. Pero además te perdona.
Para hablar de restauración, necesariamente tenemos que hablar de perdón, de olvido, de “Pasar por alto” de “No dar importancia a muchas cosas, pero principalmente y ante todas las cosas tenemos que hablar de perdonar. Perdonarnos a nosotros mismos o perdonar a otros. Para restaurar nuestras vidas o para que Dios las restaure. Pero también para restaurar nuestra relación con las demás personas, llámese amigos, vecinos, compañeros o familia. ¿Qué dice la Biblia acerca del perdón?
En el libro de Génesis capítulo  27, se narra la historia de la bendición a Jacob por parte de su padre Isaac, lo cual desata la ira de Esaú, quien era el primogénito, pero luego que Esaú descubre el engaño de su hermano a su padre, motivo por el cual recibe la bendición de primogenitura se expresa de ésta manera “41 Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.
42 Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.
43 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán,
44 y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;
45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros ambos en un día? En ese momento Esaú odió a su hermano. Pero luego en el capítulo 33 Vemos la reconciliación y el perdón de éstos dos hermanos:
1 Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.
Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos.
Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.
Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo.
Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.
Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.
Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.
Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
10 Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido.
11 Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó. Ésta historia es un ejemplo de restauración de la relación que se había deteriorado entre dos hermanos, Vemos como finalmente Esaú no solo olvidó las amenazas de muerte que había lanzado contra su hermano, sino también lo que su hermano le había hecho. En Génesis capítulo 50 , también encontramos la restauración por medio del perdón, de la relación entre José y sus hermanos: 15 “Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.
16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
18 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.
19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.
En el evangelio según San Lucas, en capítulo 15, encontramos la parábola del hijo prodigo, la cual  dijo Jesús para darnos un ejemplo del perdón de nuestro Padre Celestial hacia nosotros como hijos. Cuando el hijo prodigo se arrepiente del mal que hizo, dice” 17 Y volviendo en sí, dijo ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. En el mismo evangelio de Lucas, capítulo 33 encontramos el perdón de Jesús a sus enemigos “34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. En el libro de los Hechos de los apóstoles, en el capítulo 7, verso 60, vemos el perdón de Esteban a sus enemigos, los cuales en ese momento le daban muerte a pedradas “59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. También en la 2ª.carta que Pablo escribió a Timoteo en el capítulo 4, verso 16, hay un ejemplo de perdón del Apóstol Pablo a los hermanos en la fe, por abandonarlo o no estar con él en una de las ocasiones cuando lo pusieron preso “16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. En efesios 4:32, y Colosenses 3:13 Pablo menciona el perdón como consejo y como requerimiento cristiano, junto con otras cualidades o virtudes. Efesios 4:32” 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Colosenses 3:13 “13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
Estamos llamados a perdonar, porque cuando perdonamos ayudamos a restaurar,  así como Cristo lo hace con nosotros.
Pero no queremos perdonar y aún, acostumbramos decir “Yo perdono pero no olvido”. ¡Y es que acaso el perdón sin olvido existe? Dios en su palabra dice en Isaías 43: 18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.  También dice el Señor que arrojará nuestras transgresiones a lo profundo del mar, y no se acordará más de ellas:Volverá a compadecerse de nosotros, hollará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados”.(Miqueas 7:19) “Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: ``Conoce al SEÑOR, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande--declara el SEÑOR-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado”.  (Jeremías 31:34) y en Hebreos 8:12 “PUES TENDRÉ MISERICORDIA DE SUS INIQUIDADES, Y NUNCA MAS ME ACORDARE DE SUS PECADOS”. 
El problema es que nosotros decimos: “Yo perdono, pero no olvido”. Hay personas que todavía recuerdan y le echan a la otra en cara, cosas que les hicieron hace 50 años. Yo conozco a alguien que aún le guarda rencor a su hermana, ¡porque cuando tenía 14 años, hizo unas tajadas y no le dio!
¡Bendito sea el Señor, si ya tiene casi 70”…
Perdonar así como el Señor nos perdona a nosotros, que no se acuerda más de tooooodas las ofensas que le hacemos día tras día. Cuando oramos  el Padre Nuestro, decimos...“y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”… ¿Estamos haciendo eso?
Voy a compartir unas citas Bíblicas, para que las leas, no sin antes pedirle a Dios que te de la dirección y la guía de su Santo Espíritu: Mateo 18:15 al 17, Mateo 18:23 al 35 y Mateo 18:21 al 22:
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
30 Más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Los dos deudores
Si no perdonamos, Dios no nos perdona, y si no cedemos ante la solicitud del perdón, ni con la insistencia de la iglesia, seremos como cualquier impío o pecador o inconverso.
Pero, como el tema que nos atañe hoy, es la restauración, la cual sigue al perdón, hablemos de ella (restauración)
En el libro de Jeremías, Dios habla al profeta sobre restauración, poniendo como ejemplo el trabajo del alfarero:
18:1  Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. 
Si nuestra vida se accidenta, se daña o como solemos decir “Nos echamos a perder” si no hacemos lo correcto, si nos tropezamos, caemos y quedamos en añicos, Dios puede restaurarnos, componernos, arreglarnos; así como el alfarero a su vasija, como tú a tú jarrón. Y así como Dios puede restaurarnos a nosotros, nosotros también podemos ayudar a restaurar  a otras personas, a muchas almas incluso, si tenemos la vida de Dios en nosotros.
Pero entonces… ¿A quién o a quienes, Cuándo, Cómo, Dónde, Por qué, Para qué, Debemos restaurar?  Seis  preguntas que nos debemos hacer, si queremos comenzar una obra de restauración.
1-¿Qué o a quienes debemos restaurar?  A mí mismo en primer lugar. Luego: Nuestra familia, Esposo, hijos, hermanos, padres, primos, tíos, etc. (Resentimientos, incomprensión, malos entendidos, infidelidad).
Nuestros amigos (Deudas, malos entendidos, mentiras, omisiones, resentimientos)
Nuestros hermanos en Cristo (Celos, malos entendidos, murmuración, resentimientos)
Nuestros enemigos (Envidias, calumnias, etc)
Todas las demás personas: jefes, compañeros, vecinos, etc. Jesús no hizo acepción de personas, Él sanó, perdonó, restauró a todo el que lo buscó, e incluso Él también buscó a otros para restaurar sus vidas. El caso de la mujer samaritana, por ejemplo. Dice la Biblia, en Juan 4 que “Le era necesario pasar por Samaria”, lo que Jesús necesitaba, era pasar por el poso de Jacob, donde ella solía sacar el agua, para hablarle y rescatar esa alma que estaba perdida. Y llegó a la hora del medio día, le habló y ella le siguió. No importa la hora, no importa el lugar. Nicodemo era maestro de la ley, Mateo (Leví) era cobrador de impuestos, Zaqueo era publicano y rico, el siervo del Centurión romano, todas éstas personas distintas, de clases sociales distintas, con problemas distintos, a todas las sanó, escuchó, restauró; no rechazó a nadie. Él no hace acepción de personas.
2-¿Cuándo debemos comenzar la labor de restauración? Inmediatamente después del perdón.
Siempre que sea necesario. (Romanos 10:21)
Siempre que alguien lo pida (Jueces 2. Siempre que el pueblo clamaba, el Señor lo escuchaba)
Siempre que el Señor nos dé la oportunidad de restaurar una vida.
3-¿Cómo se debe hacer la tarea de restauración? Con bondad, humildad, amor, compasión, paciencia y dedicación. Aplicando el fruto del Espíritu y las enseñanzas de Cristo.
Juan 13:36, Juan 18:25, Marcos 16:7, Juan 21:15 al 15 Éstas citas bíblicas, están relacionadas y juntas,  dejan ver claramente, el proceso que vivió Pedro desde que negó a Jesús, hasta que lo restauró. El verso de Marcos, muestra el interés específico que tenía Jesús en que Pedro estuviera presente cuando Él se presentara.” Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. Pero antes cuando le pregunta a dónde va, a Jesús, sabiendo Jesús que iba a morir, le responde a donde yo voy ahora no me puedes seguir, pero me seguirás después”. Juan 13: 36 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; más me seguirás después. Luego en Juan 21: 15 al 19, le hace el llamado para que apaciente y pastoree sus ovejas y corderos y,  al final le dice “sígueme”, para que se cumpliera la palabra que le había dicho antes “me seguirás después”. Con ése llamado a servirle, Jesucristo culminó  el proceso de restauración de Pedro. Pedro estaba destrozado por haber negado a Jesús. La Biblia dice que Pedro “Lloró amargamente” después de esa negación.
En su carta a Filemón, el apóstol Pablo, (éste si era un Apóstol), le escribe:
 más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;
10 te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones,
11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,
12 el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.
13 Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio;
14 pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.
15 Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;
16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.
17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo.
18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.
19 Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también.
20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor.
21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aún más de lo que te digo.
En el verso 20, Pablo le pide a Filemón un favor casi que “por amor a Dios” para con Onésimo, pero en los versos 18 y 19, incluso le dice que si Onésimo le ha perjudicado en algo, o aún le debe algo, se lo anote a su cuenta y él se lo pagaría. Filemón le debía muchos favores a Pablo, tanto que le dice “Tu mismo te me debes”. El apóstol Pablo le pide éste favor a Filemón porque sabía que era una persona servicial y obediente y sabía que no se negaría, sino, por el contrario haría más de lo que  le estaba pidiendo.
Todos, todos, merecemos una segunda, una tercera una cuarta oportunidad, un voto de confianza, para volver a empezar, sin reproches, sin recordar el error. Como lo hace el Señor. Setenta veces siete.
 Los versos 18 y 19, Nos recuerdan lo que hizo Cristo por nosotros, el pagó nuestra cuenta, nos debemos a Él.
18 “Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.
19 Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también
Onésimo, era un esclavo prófugo, al que Pablo había ganado para Cristo, el cual había servido a Filemón por algún tiempo. La estrategia que usó el apóstol Pablo para restaurar a Onésimo, fue enviarlo de vuelta a Filemón, pero ya no como esclavo, sino como hermano en la fe. Pablo se cerciora de que Filemón le obedezca ejerciendo presión, anunciando una futura visita, como quien dice “Espero encontrarlo allá”
4-¿Dónde se debe hacer la tarea de restauración? En todas partes, en cualquier momento, a cualquier hora. Donde el Señor nos dé la oportunidad. Él dice en su palabra en 2ª.Timoteo capítulo 4: 2: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. “A tiempo y fuera de tiempo” para todo lo que dice el Señor por medio de Pablo, y también por supuesto para alentar y restaurar. Nuestro Señor Jesucristo. En juan capítulo 8 del verso 3 al 11, encontramos el pasaje de la mujer adúltera y, de la manera que el Señor Jesús perdona sus pecados al decirle “Ni yo tampoco te acuso” y con solo una frase le da una esperanza o le abre las puertas a su restauración, es decir al comienzo de una nueva vida, cuando le dice “Vete y no peques más”, porque después de la restauración, hay un nuevo comienzo. Un antes de y un después de. En Lucas 13:10 al 17, encontramos cuando Jesús sana en día sábado, a una mujer que estaba enferma por culpa de un demonio y llevaba 18 años encorvada. No se podía hacer nada en Sábado, la ley de Moisés lo prohibía, pero Jesús, consideró más importante el amor al prójimo y hacer que aquella mujer dejara de padecer, que la misma ley. No importa el día, ni la hora ni el lugar. Lo importante es hacer la obra del Señor Jesucristo, la cual es la misma que su Padre le encomendó a Él. En Juan 5:1 al 18 encontramos el milagro cuando Jesús también en día de reposo, es decir en día Sábado, sana al paralítico de Betesda. Pero también, cuando Nicodemo viene a Jesús una noche (Juan 3:2 al  15), no le rechaza, ni le dice que está cansado, que el día fue pesado; era de noche. Quizá Nicodemo escogió la noche para que nadie lo viera juntarse con Jesús porque era maestro de la ley. Pero a pesar de conocer toda la ley, ese conocimiento no le servía de nada, porque no había nacido de nuevo, es decir, del espíritu. Jesús aprovechó el hecho de que Nicodemo le buscara, para enseñarle como podía alcanzar la salvación y la vida eterna, sin importarle la hora.  No importa la hora, el día ni el lugar.
5-¿Por qué debemos restaurar? Porque Él nos dio ejemplo, nos enseñó y nos lo manda. Recordemos que el único mandamiento de Cristo, es el amor. En Lucas 4: 18 al 19, encontramos descrito lo que Él vino a hacer, su obra redentora, 18,” El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19:A predicar el año agradable del Señor”
¿Qué es esto sino redención y restauración? Buenas noticias a los pobres, sanar corazones quebrantados (rotos), predicarle a los cautivos (en el pecado) que pueden ser libres,  a quitar la ceguera no solo física, sino espiritual, y a quitar las cargas de opresión. A enseñarles que viviendo en el Señor, la vida, éste tiempo que vivimos aquí (su año), puede ser agradable, si lo vivimos en Él.
6-¿Para qué debemos restaurar? Para cumplir la obra que él nos encomendó, por obediencia, para levantar al caído, dar aliento al cansado, sanar heridas, y como dijo Jehová por medio del profeta Isaías  58:“12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar”. Nosotros estamos llamados a ser esos reparadores de portillos y restauradores espirituales para salvar muchas almas y rescatarlas de las garras del enemigo. Un corazón destrozado, dolido, es presa fácil de Satanás, pero también es el mejor momento para hablarle del amor de Cristo, quien con su gracia,   su poder y su bondad, puede transformar nuestra vida entera.
Toda persona que sienta opresión, rencor, resentimientos, todo el que esté cansado, cargado con problemas, aflicción, recuerdos tristes o dolorosos; todos los han sido rechazados, deben y necesitan ser restaurados por nuestro Señor Jesucristo, para que luego ellos también sean útiles en su obra restauradora. Como hizo Filemón con Onésimo por pedido de Pablo, como el alfarero con su vasija, como tú,  con tu jarrón.
Que Dios les continúe bendiciendo.

Calepafo55@hotmail.com

domingo, 19 de julio de 2015

                                    COMO LE AGRADA A DIOS



Elías y los profetas de Baal
Reyes  18: 20 al 40.
20 Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.
23 Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.
24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.
25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo.
26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo! Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.
27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.
28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.
29 Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.
30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.
31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre,
32 edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.
33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña.
34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez,
35 de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.
36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.
38 Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron! Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!
40 Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

Dice el verso 26, que los profetas de Baal, tomaron el buey que les dieron y lo degollaron, y comenzaron a clamar desde la mañana, hasta el mediodía, pero nadie respondía. Ya después dice la palabra, que ellos saltaban alrededor del altar, pero nada, no había respuesta, y Elías se burlaba de ellos y les decía que le gritaran más fuerte, porque de pronto era que estaba meditando  u ocupado trabajando o de viaje o dormido y por eso no les contestaba, que habría que despertare. Y ellos gritaban frenéticamente y aún se cortaban y sangraban, como acostumbraban, pero nada. Pasó el mediodía y llegó la hora en se hacían los sacrificios, pero no hubo respuesta.
Aquí, viene lo que nos interesa. Dice la santa palabra que  Elias llamó al pueblo y cuando el pueblo se acercó V.30: “Elías arregló el altar de Jehová que estaba arruinado”. Y luego se describe la forma en que lo arregló. Yo les pregunto a ustedes hoy ¿Arreglan ustedes su altar para clamar al Señor, o lo hacen con el altar desordenado? ¿Cuál es tu altar?
El altar del Señor puede ser en el templo, donde está ubicado el púlpito, puede ser mi cuarto, o puede ser incluso mi cuerpo. ¿Están arruinados nuestros altares? ¿Están desordenados?
Hay que arreglarlos, restaurarlos, repararlos, no podemos adorar ni clamar a Dios, con un altar desordenado. ¿Por qué?

l-Es un lugar Santo.
2-El Señor no se manifiesta sino hay orden.
3-No puede haber UNIDAD EN EL ESPÍRITU en un culto o un servicio desordenado.

Como será de santa la presencia de Dios, que cuando Moisés subía para hablar con Él, tenía que quitarse el calzado. Dios mismo se lo exigía. (Éxodo 3:5) Cuando Dios descendía al monte Sinaí, aquel monte temblaba ante la presencia de Jehová (Éxodo 19:18).
Aquí vemos como  Dios solo descendió cuando Elías clamó, después que hubo ordenado el altar.  Veamos Eclesiastés 5; 1 y 2. “Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.2No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras”.  1° Samuel 15:22: “  22Y Samuel dijo: ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros. 23 Porque la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, Él también te ha desechado para que no seas rey. Proverbios 15:8  “8 El sacrificio de los impíos es abominación al SEÑOR, más la oración de los rectos es su deleite”. Isaías 41:1 “Guardad silencio ante mí, costas, y renueven sus fuerzas los pueblos; acérquense y entonces hablen, juntos vengamos a juicio”. Habacuc 2: “20 Pero el SEÑOR está en su santo templo: calle delante de Él toda la tierra”. Y hay muchos ejemplos más de cómo debemos guardar respeto o sea Temor Reverente, ante la presencia del Señor, bueno si es que creemos que El está en su Santo Templo. Zacarías 2: 13, Isaías 6, Sofonías 1:7 Salmo 37: 7 y 46:10, etc.

Pero además Dios no exige solamente orden, también aseo, limpieza. Vamos a: Deuteronomio 23: “12 Tendrás un lugar fuera del campamento adonde salgas;
13 tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento;
14 porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.”

Pero nosotros pretendemos que Dios se manifieste en un culto desordenado.

Dice en el libro de los Hechos capítulo 1 v.14 “14Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él.”   Y en el capítulo  2 V.1 dice “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”
Este “unánimes juntos” quiere decir unidad en el Espíritu, un mismo sentir, un mismo propósito. Esperando la manifestación del Espíritu Santo, la cual Dios había prometido. Los apóstoles hicieron lo que Jesús dijo: No se fueron, no se esparcieron. Se quedaron allí esperando, perseverando cada dia en oración y ruego, dice la santa palabra de Dios.  Eligieron a Matias, como sucesor de Judas, e hicieron todas las cosas para mantener el orden, el crecimiento espiritual y el ensanchamiento de la obra.

CON RESPECTO A NUESTRAS IGLESIAS HOY

 El apóstol Pablo escribe a los Corintios: 1 Cor. 14:40 dice, "pero hágase todo decentemente y con orden". Este capítulo está dedicado todo al don de hablar en lenguas. Había desorden en la iglesia de Corinto. Usaban mal los dones espirituales y ésto había causado mucha confusión en la iglesia. Aparentemente preferían hablar en lenguas, antes que desarrollar cualquier otro de los dones espirituales pero lo hacían sin tomar en cuenta el buen orden en el culto o en el servicio a Dios.

En el v. 27 dice Pablo, "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete", para evitar la confusión. "Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?" (v. 23). El desorden y la confusión no edifican, sino que causan disgusto entre los visitantes.  A veces invitamos personas a la iglesia y vienen una vez. Pero si les preguntamos por qué no han vuelto, nos responden “porque no hay orden, ni reverencia”
El servicio bien ordenado produce un gran beneficio para todos. El culto en que algún hermano dirige el estudio (sea clase o sermón) y en que hay reverencia de parte de todos es muy edificativo. Pero entre más distracción haya, más confusión habrá, y menos provecho espiritual. Los hermanos se desaniman y los visitantes no vuelven.

CONVERSAR DURANTE EL CULTO O LA CLASE.

En la clase bíblica conviene que el que habla,  sea el maestro o algún miembro de la clase, hable claramente, en voz alta para que todos oigan lo que se dice, y que los demás escuchen atentamente. Es importante que se oigan y que se entiendan los comentarios, las preguntas y las respuestas; de otro modo, no habrá beneficio (edificación). No conviene que haya conversaciones privadas durante la clase, o durante el culto. A veces mientras que el pastor o algún hermano, o algunos miembros de la iglesia, están dialogando sobre algún punto, otros empiezan una conversación privada. Esto produce mucha confusión. En tal caso, el que dirige el culto o la clase,  debe ser el "maestro" y controlar el servicio, para mantener el buen orden, con el fin de que todos se  beneficien  y no dejar que ciertos hermanos o visitantes interrumpan.

NIÑOS

 En todas partes existe el problema del mal comportamiento de los niños durante el culto formal (de cantos, oraciones, cena del Señor, ofrenda y predicación). Las madres merecen nuestro aprecio y admiración por llevar a sus niños al culto, y los padres (varones) deben ayudar a sus esposas a cuidar de los pequeños. Estos deben aprender en sus primeros años lo que significa adorar a Dios. El niño que llora durante el culto debe llevarse a otra parte hasta que deje de llorar. La madre que se queda en el servicio y sigue tratando de calmar al niño, puede estorbar la adoración de la iglesia. Esto debe evitarse. Asimismo los párvulos deben enseñarse a sentarse y estar quietos.

PUNTUALIDAD

El llegar tarde al estudio bíblico o al culto, es otro ejemplo de desobedecer 1 Cor. 14:40. Los miembros que habitualmente llegan tarde con actitud de descuido e indiferencia se roban a sí mismos (la primera parte de la clase o del culto), y también al entrar, interrumpen y distraen a los demás. Esto, no es sano para el buen desarrollo del culto a Dios y da a entender que el asistir a las reuniones de la iglesia es un deber aburrido. Aunque estén presentes, su corazón está en otro lugar. Asistir a la iglesia, debe ser motivo de alegría y de regocijo, por estar en la presencia del Señor. (Éxodo 5:1)

JÓVENES

A veces observamos que los jóvenes interrumpen durante el culto. En lugar de participar en el culto,  de alguna manera se divierten. Hay sonrisas y aun risas, conversan  en voz baja, escriben recaditos, etc. Aun durante la celebración de la cena siguen con su comportamiento irrespetuoso. Esto me hace recordar el caso del predicador que en una ocasión fue estorbado grandemente por el comportamiento de los jóvenes y él dijo a la congregación, "Hace algunos años, un joven estuvo presente en una asamblea donde predicaba yo y se portaba muy mal, y yo le exhorté públicamente. Entonces después del servicio, una hermana me dijo, 'Usted cometió una falta grave, porque ese joven que usted reprendió está enfermo mentalmente, y no fue prudente que lo tratara así'. Desde aquella fecha he temido exhortar a los jóvenes que se portan mal durante el servicio".
Es bueno aplicar la prudencia y ser cautelosos al hacer llamados de atención.

NO JUGAR CON NIÑOS

Tal vez, la distracción principal en el culto es la práctica de jugar con los bebés y aun con niños que deben escuchar el sermón. No se niega que los pequeños requieren atención, pero cualquier predicador le dirá que hay quienes ponen más atención en los niños (mayormente en los infantes) que en el sermón. Las personas sentadas cerca de la madre y su infante la quieren "ayudar". Hacen caras y señas al niño para hacerle reír. Le dan chicle y dulces y artículos que sacan de la bolsa (o bolsillo) y se dedican toda la hora a distraer al niño, haciendo más difícil la tarea de la madre. Esto, también es imprudencia.

CONCLUSIÓN

1ª.De Corintios 11:
27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.28 Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.
De la misma manera hermanos, cada quien debe probarse a sí mismo al participar de todos los demás actos de culto. "Pero hágase todo decentemente con orden" (1 Cor. 14:40)


Calepafo55@hotmail.com

                              


            

EL DIOS QUE YO CONOZCO

                                          EL DIOS QUE YO CONOZCO    
                                                   
EL DIOS QUE YO CONOZCO, HIZO LOS CIELOS Y LA TIERRA Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY (GÉNESIS 1 Y 2), EL DIOS QUE YO CONOZCO, DIVIDIÓ EL MAR ROJO (ÉXODO 14: 15 AL 31); EL DIOS QUE YO CONOZCO, DIVIDIÓ EL RIO JORDÁN (JOSUÉ 3); EL DIOS QUE YO CONOZCO, SACÓ AGUA DE LA PEÑA (ÉXODO 17); EL DIOS QUE YO CONOZCO, ENVIÓ ALIMENTO DEL CIELO (ÉXODO 16); EL DIOS QUE YO CONOZCO, MULTIPLICÓ PANES Y PECES (MARCOS 6: 30 AL 44). EL DIOS QUE YO CONOZCO, SANÓ CIEGOS, PARALÍTICOS, MUDOS, COJOS, ENDEMONIADOS Y AÚN HOY LO SIGUE HACIENDO PORQUE  ES EL MISMO AYER HOY Y POR LOS SIGLOS (HEBREOS 13:8).EN EL NO HAY MUDANZA NI SOMBRA DE VARIACIÓN (SANTIAGO 1: 17). RESUCITÓ MUERTOS (MARCOS 5:38 AL 43) Y EL MISMO VENCIÓ LA MUERTE, (APOCALIPSIS 1:17 Y 18) PARA DARME A MÍ, VIDA ETERNA JUNTAMENTE CON EL. EL DIOS QUE YO CONOZCO, ES FUERTE Y CELOSO Y NO COMPARTE  SU GLORIA CON NADIE (ÉXODO 20) ES AMOR, PERO TAMBIÉN ES FUEGO CONSUMIDOR (1ª.JUAN 4:8 Y DEUTERONOMIO 4:24- HEBREOS 12:29).  EL DIOS QUE YO CONOZCO, ES FIEL Y POR ESO DETESTA LA IDOLATRÍA, QUE ES INFIDELIDAD (DEUTERONOMIO 7: 9 Y 10). EL DIOS QUE YO CONOZCO, ES EL DUEÑO DEL ORO Y DE LA PLATA (HAGEO 2:8); ES EL QUE TE DA EL PODER PARA CONSEGUIR LAS RIQUEZAS (DEUTERONOMIO 8:18) PERO TAMBIÉN TIENE EL PODER PARA QUITÁRTELAS (ECLESIASTÉS 5:19- JEREMÍAS 5:19). EL DIOS QUE YO CONOZCO, NO PUEDE SER BURLADO (GÁLATAS 6: 7 AL 9), NI DARÁ POR INOCENTE AL CULPABLE (NAHÚM 1:3) EL DIOS QUE YO CONOZCO, DA ALIENTO AL CANSADO Y FUERZAS AL QUE NO TIENE NINGUNA (ISAÍAS 40: 29). EL DIOS QUE YO CONOZCO, ES JUSTO, AMOROSO, PERDONADOR, MISERICORDIOSO Y TODOPODEROSO. YO LO CONOZCO, HE VISTO LAS  MARAVILLAS  DE SU PODER EN MI VIDA. PERO HAY MUCHAS PERSONAS QUE AÚN NO LE CONOCEN. Y NO LE CONOCEN, PORQUE DE VERDAD, NUNCA NADIE LES HA HABLADO DE EL.  SIN EMBARGO, TAMBIÉN HAY MUCHAS  PERSONAS QUE CREEN CONOCERLE, PERO REALMENTE NO LE CONOCEN.  ALGUNAS, SON PIADOSAS, RELIGIOSAS, E INCLUSO SERVIDORAS, PERO REALMENTE NO LE HAN CONOCIDO, PORQUE NO HAN TENIDO UN ENCUENTRO PERSONAL CON EL.
EN EL LIBRO DE 1ª. DE SAMUEL, EN EL CAPITULO 3, VERSOS 1 Y  7, DICE QUE EL JOVEN SAMUEL  “MINISTRABA A JEHOVÁ (EN EL TEMPLO) EN PRESENCIA DEL SACERDOTE ELI, SEGURAMENTE CON MUCHA DEVOCIÓN Y DISCIPLINA,  SIN EMBARGO EL VERSO 7  DICE QUE “NO LE HABÍA CONOCIDO”, NO HABÍA TENIDO UN ENCUENTRO PERSONAL CON EL, HASTA QUE LO LLAMÓ.
EN EL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES, CAPITULO 17, DEL VERSO 16 AL 25, DICE ASÍ:
MIENTRAS PABLO LOS ESPERABA EN ATENAS, SU ESPÍRITU SE ENARDECÍA, VIENDO LA CIUDAD ENTREGADA A LA IDOLATRÍA. ASÍ QUE DISCUTÍA EN LA SINAGOGA CON LOS JUDÍOS Y PIADOSOS, Y EN LA PLAZA CADA DÍA CON LOS QUE CONCURRÍAN Y ALGUNOS FILÓSOFOS DE LOS EPICÚREOS Y DE LOS ESTOICOS, DISPUTABAN CON EL, Y ALGUNOS DECÍAN: ¿QUE QUERRÁ DECIR ÉSTE PALABRERO?, Y OTROS: PARECE QUE ES PREDICADOR DE NUEVOS DIOSES, PORQUE LES PREDICABA EL EVANGELIO DE JESÚS Y DE LA RESURRECCIÓN. Y TOMÁNDOLE, LE TRAJERON AL AREÓPAGO, DICIENDO: ¿PODREMOS SABER QUE ES ÉSTA NUEVA ENSEÑANZA DE QUE HABLAS? PUES TRAES A NUESTROS OÍDOS COSAS EXTRAÑAS. QUEREMOS, PUES, SABER QUE QUIERE DECIR ESTO. (PORQUE TODOS LOS ATENIENSES Y LOS EXTRANJEROS RESIDENTES ALLÍ, EN NINGUNA OTRA COSA SE INTERESABAN, SINO EN DECIR O EN OÍR ALGO NUEVO). ENTONCES PABLO, PUESTO EN PIE EN MEDIO DEL AREÓPAGO DIJO: VARONES ATENIENSES, EN TODO OBSERVO QUE SOIS MUY RELIGIOSOS, PORQUE PASANDO Y MIRANDO VUESTROS SANTUARIOS, HALLÉ  TAMBIÉN UN ALTAR, EN EL CUAL ESTABA ESTA INSCRIPCIÓN:” AL DIOS NO CONOCIDO”.
“AL QUE VOSOTROS ADORÁIS, PUES, SIN CONOCERLE, ES A QUIEN YO OS ANUNCIO. EL DIOS QUE HIZO EL MUNDO Y TODAS LAS COSAS QUE EN EL HAY, SIENDO SEÑOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, NO HABITA EN TEMPLOS HECHOS POR MANOS HUMANAS, NI ES HONRADO POR MANOS DE HOMBRES, COMO SI NECESITASE  DE ALGO; PUES EL ES QUIEN DA A TODOS VIDA Y ALIENTO Y TODAS LAS COSAS”.
COMO EN LOS TIEMPOS PASADOS, AHORA LAS GENTES, TAMBIÉN QUIEREN OÍR ALGO NUEVO CADA DÍA.  LA CALAMIDAD DE AYER  SE OLVIDA, CUANDO OCURRE OTRA. LA PESTE DEL MES PASADO, ES NADA ANTE LA PANDEMIA DE HOY,  Y ASÍ, SIEMPRE NECESITAN HACER, CREER, SENTIR, PENSAR, OÍR O VER ALGO NUEVO. SIN SABERLO, BUSCAN INCANSABLEMENTE LLENAR EL VACÍO QUE HAY EN SUS VIDAS Y POR ESO DEPOSITAN SU FE EN CUALQUIER  COSA. EN UNA APARICIÓN EN LA  PARED, O EN UN ÁRBOL,  O EN LA FIGURA DE UNA PIEDRA, ETC.
LA HISTORIA DE PABLO EN ATENAS, ES UN VIVO EJEMPLO DE ESO, ELLOS  ADORABAN  UN ALTAR HECHO A UN DIOS QUE NO CONOCÍAN, PORQUE ESTABAN ACOSTUMBRADOS A ADORAR IMÁGENES, ESCULTURAS. PERO A ESTE DIOS NUNCA LO HABÍAN VISTO EN NINGUNA FORMA. POR ESO EL ALTAR SIN FIGURA REPRESENTATIVA.
DE LA MISMA MANERA, HOY LA GENTE SIGUE CUALQUIER VIENTO DE DOCTRINA, CUALQUIER ÍDOLO O IMAGEN CON CUALQUIER NOMBRE, NO IMPORTA; TOTAL, LO  IMPORTANTE ES EL MILAGRO Y NO EL SANTO.  CREEN MAS EN LAS CRIATURAS QUE EN EL PODER DEL CREADOR. LOS ATENIENSES ADORABAN A UN DIOS QUE NI SIQUIERA CONOCÍAN, ¿PORQUÉ? SOLO PORQUE ERAN PIADOSOS Y RELIGIOSOS.
¿PORQUÉ ADORAS TU A DIOS NUESTRO SEÑOR? ¿REALMENTE LE CONOCES, O SOLO LO HACES POR PIEDAD, RELIGIOSIDAD O TRADICIÓN?
HAY QUIENES ADORAN Y LE PIDEN A IMÁGENES Y CREEN QUE ESTÁN ADORANDO Y PIDIÉNDOLE A DIOS,  PERO NO ES ASÍ. (ÉXODO 32 : 1 AL 10.)  V.5:”MAÑANA SERÁ FIESTA PARA JEHOVÁ”
ADÓRALO A EL DIRECTAMENTE, PONIENDO COMO ÚNICO INTERMEDIARIO A SU HIJO JESUCRISTO. (1ª. TIMOTEO 2:5- HECHOS 4: 11 Y 12).
NO VAYAS TRAS  ÍDOLOS  CIEGOS, SORDOS MUDOS, INERTES E INERMES. NO SEAS COMO ELLOS. LA PALABRA DE DIOS ESTÁ LLENA DE ADVERTENCIAS:
SALMO 115
SALMO 135: 15 AL 18
ÉXODO 32
ÉXODO 20: 1
ÉXODO 23: 24
DEUTERONOMIO 6:5AL 9
DEUTERONOMIO 5:8
DEUTERONOMIO 4:4 AL 14 Y DEL 15 AL 20
1ª.CORINTIOS 8:4 (“UN ÍDOLO NADA ES”) 




QUE DIOS TE BENDIGA.
Calepafo55@hotmail.com