jueves, 20 de noviembre de 2014

PUEDE HABER ADORACIÓN SIN ALABANZA, PERO NO

           PUEDE HABER ALABANZA SIN ADORACIÓN

                                          (La verdadera adoración)


                                             


 Evangelio según San Juan, capitulo 4:19-24.
Juan 4:19-24Reina-Valera 1995 (RVR1995)

19 Le dijo la mujer:
—Señor, me parece que tú eres profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte, pero vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
21 Jesús le dijo:
—Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. 24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren”.
Me permití copiar el texto del griego, de la
Antigua versión de
Casiodoro de Reina (1569)
Revisada por Cipriano de Valera (1602)
Otras revisiones: 1862, 1909
REINA-VALERA 2009
Revisada y cotejada
Con los textos en hebreo, arameo y griego
Con notas y referencias
Correlacionadas con los otros Libros Canónicos.

19 Le dijo la mujer: Señor, me
Parece que tú eres profeta.
20 Nuestros padres adoraron en
Este monte, pero vosotros decís
Que en Jerusalén está el lugar
Donde se debe adorar.
21 Jesús le dijo: Mujer, créeme
Que la hora viene cuando ni en
Este monte ni en Jerusalén adorareis
Al Padre.
22 Vosotros adoráis  lo que no
Sabéis; nosotros adoramos lo que
Sabemos, porque la salvación
Viene de los judíos.
23 Pero la hora viene, y ahora es,
Cuando los verdaderos a adoradores
Adoraran al Padre en espíritu
Y en verdad, porque también el
Padre busca a tales para que le
Adoren.
24 Dios es  Espíritu; y los que le
Adoran, es necesario que le adoren
En espíritu y en verdad.
25 Le dijo la mujer: Sé que el
 Mesías ha de venir, el cual es llamado
El Cristo; cuando el venga,
Nos declarara todas las cosas.
26 Jesús le dijo: Yo soy, el que
Habla contigo.
27 Y en esto vinieron sus discípulos
Y se sorprendieron de
Que hablara con una mujer; pero
Ninguno dijo: .Que preguntas? o
.Que hablas con ella?
28 Entonces la mujer dejo su
Cántaro, y fue a la ciudad y dijo
A los hombres:
29 Venid, ved a un hombre que
Me ha dicho todo lo que he hecho.
.No será este el Cristo?
Referencias

20 a Es decir, el monte
Gerizin, el centro
de adoración de los
Samaritanos.
22 a DyC 93:19–20.
23 a GEE Adorar.
24 a TJS Juan 4:26 Porque
a los tales Dios
Ha prometido su
Espíritu. Y los que le
Adoran, es necesario
Que le adoren en espíritu y en verdad.

.
Para saber cómo debemos adorar a Dios realmente, o cómo podemos adorar a Dios en espíritu y en verdad; primero debemos saber cuál es el significado de la palabra “Adorar”: La palabra “Adorar” procede o viene del término griego
Proskunein” (Proskunin) que significa:
 1° Definición:
"Hacer reverencia, postrarse". Aquí el sentido es: adorar, rendir culto. Rendirse. 1Cor 14:25, Ap 4:10; Ap 5:14; Ap 9:20, Ap 13:9,He 7:43, He 24:11, Jn 4:20, Jn 9:38, Jn 12:20, M2:2, Mt 2:9, Mt 4:9, Mt 4:10.
2°Definición:
Atenciones especiales ante alguien. Trato especial o discriminatorio según las condiciones. Col. 3:25, Efesios 6:9, Rom.2:11, Santiago 2:1.

Entonces, Adorar es: Arrodillarse, rendirse en actitud de humildad, hacer reverencia, dar honor y honra, venerar, prestar devoción; particularmente ante la presencia de Jehová Dios y su hijo Jesucristo, como es el caso  nuestro. La adoración  muestra adecuadamente la relación entre los seres creados y su Creador.  La Biblia enseña, que tal adoración se debe  al único Dios verdadero (Ex 20:1-5; 34:14, Mt 4:10)
Pero la adoración es mucho más de lo que ya hemos visto. La Adoración es el ejercicio más elevado del espíritu humano. La adoración es el sentimiento más sagrado que une el alma del creyente con su Supremo Amor. Es un conjunto de suma reverencia, honor, respeto y amor que puede expresarse en una oración verbal o silenciosa.
Postrarse o arrodillarse para adorar, sólo debe hacerse ante alguien mucho más grande, mucho más  alto, mucho más importante y poderoso que yo. Un ser sublime y admirable. Ese  “alguien” sólo puede ser Jehová o Yahvé, nuestro Dios.

Muchas veces, empleamos mal la palabra “adorar”. Es común escuchar por ejemplo: “Esa señora adora a sus hijos” o “Ese hombre “adora a su esposa” o que  alguien “adora los perros” etc.  O acá, en nuestro medio cristiano, también escuchamos como algunas veces decimos “Vamos a cantar unas adoraciones”. La adoración se efectúa o se lleva a cabo. No se hacen, ni se realizan “adoraciones”. Son alabanzas o cantos pausados, que se entonan en actitud de adoración. Podemos adorar cantando, lo cual no quiere decir que el canto sea  una adoración, sino se canta con la actitud correcta para adorar.

Los himnos y cantos de Adoración y Alabanza, son imprescindibles a la hora de rendir culto a nuestro Dios. Es importante anotar que puede haber adoración sin alabanza, pero no puede haber alabanza sin adoración.

¿A quién se puede alabar?

1° La alabanza es el reconocimiento de los méritos o cualidades de una persona o de una cosa, mediante expresiones o discursos favorables. 
2° elogiar, adular
Con base en éstas definiciones de la palabra “alabanza”, entendemos que podemos alabar a las personas para exaltar o resaltar sus cualidades, logros etc. yo puedo alabarlo a usted,  usted puede alabarme a mí, pero no me puede adorar.
Pero Dios es nuestro Señor, nuestro Creador y Salvador, y a Él no sólo le podemos  y debemos alabar, sino que además  es el único  a quien debemos adorar, porque reconocemos que  Él es, estamos conscientes de Él. Si reconocemos y nos concientizamos de que Dios Es, con ese sólo hecho, le estamos adorando, por adoptar una actitud de humildad y sumisión, seguros de quien es El., o mejor de que Él es.

Ahora bien, ¿Cómo podemos o debemos Adorar?  Veamos  ejemplos de la manera como algunos grandes hombres de Dios adoraron:

Éxodo 34:8  “Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró”. Se puede adorar Agachando la cabeza.

Salmo 95:6 “Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”.   Se puede adorar de rodillas.

Nehemías 8:6 “Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra”.  

Lucas 4:7 “Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos”.

Hechos 10:25 “Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró”. 

1°Cor.14:25 “Lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros”.

Apocalipsis 19:4 y 10: v.4 “Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!
10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.

Apocalipsis 22:8-9  v.8“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

En éstos dos últimos textos, no solo queda claro que se pueden adoptar muchas posturas para entregarse a un tiempo o un momento de adoración; sino también que al único que merece adoración, o al único que hay que adorar es a Dios  nuestro Padre celestial.

LA VERDADERA ADORACIÓN

Haciendo un análisis del texto de Juan 4: 20 al 24, encontramos lo siguiente:

1° v.20-21.  No importa el lugar

2° v.22. Hay gente que no sabe lo que adora o porqué lo adora. Hechos 17:23 “23 porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio”.
3° v.23. Adorar al padre de manera genuina. Es decir de manera auténtica. O como decíamos cuando éramos pequeños “de verdá, verdá”.  Jesús le dijo a la samaritana que llegaría la hora, y esa era la hora (y ésta es la hora para nosotros) Cuando los “verdaderos adoradores” (No los que aman más al piano que a Dios) adorarían al Padre en espíritu y en verdad. Los verdaderos adoradores, (Los que ya son adoradores, los que ya adoran; no los que quieren ser)…porque, también el Padre TALES  adoradores busca que le adoren.

Para comprender bien éste término “TALES”  o “TAL”  veamos que dice el diccionario:

Tal   (Singular)
1.      adj. Igual, semejante:
jamás oí tal cosa.
2.      Tanto o tan grande:
su avaricia es tal que romperá el saco.
3.      Se usa también para indicar algo no especificado:
nos dijo que hiciéramos tal y tal.
4.      Se emplea a veces como demostrativo:
no conozco a tal hombre.
También con valor de pronombre neutro:
para conocer un pueblo, no hay tal como convivir con sus gentes.
5.      Aplicado a un nombre propio, da a entender que el sujeto es poco conocido:
Fulano de tal.
6.      Con el artículo determinado, hace referencia a alguien ya nombrado o conocido:
la tal Marisa llamó anoche.
7.      adv. m. Se usa como primer término de una comparación, seguido de cómo,  o cual ej. : sucedió tal cual,  tal como te lo cuento.
Así, de esta manera: tal me habló, que no supe qué responderle
8.      Con tal de o con tal que.  En el caso de o de que, con la condición   de o de que. Ej.  Con tal que coma, hago lo que sea. 
9.      tal cual  adj. y adv. De la misma forma, igual que estaba ej.:
déjalo tal cual, que está bien.
10.  tal para cual loc.z Denota igualdad o semejanza entre dos personas, generalmente se usa en sentido  Despectivo.


Tales   (Plural)
Ejemplo: En aquellos tiempos, los vencedores no se podían considerar como tal si no recibían las llaves de la ciudad ocupada de la mano de algún vencido. Sustituimos Tal, por Tales: .los vencedores no podían considerarse tales si no recibían las llaves de la ciudad ocupada de la mano de algún vencido (Es decir: los vencedores no podían considerarse vencedores).
Aquí, puede usarse el término Tales (plural), pues habla de varios, como en el caso de los adoradores. El término TALES también se usa para mencionar a alguien o algunos a los que ya se hizo referencia con anterioridad.
Cuando adoramos al Señor, nuestro corazón debe estar en concordancia con el corazón de Dios. Is. 29:13 “Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí”. El que adora tiene que ofrecer una adoración genuina, espiritual: (Col. 3:16)  porque Dios es Espíritu, y él nos ha dado su Espíritu, para que le adoremos.  La adoración auténtica, sale de un corazón  sincero, de un corazón que cumple  la voluntad del Padre, un corazón cercano a el de Él. En Espíritu y en Verdad. Dios es Espíritu y es Verdad. O como le dijo Pablo a Timoteo: “Tu fe no fingida”. 2° Timoteo 1;5;  Es decir, no de labios para afuera, sino de manera auténtica, no para que nos oigan, como dijo Jesús a los fariseos, que oraban en las plazas públicas o en las esquinas, para ser vistos por los hombres. Mateo 6:5.
Veamos 1° Cor. 14:14 y 15. Pablo corrige algunos comportamientos en la iglesia, con respecto a los dones, y dice “¿Qué pues?” “Entonces” oraré…
Porqué Pablo escribe esto? Porque se había dado cuenta que muchas veces los hermanos cantaban, pero el espíritu, no estaba conectado con el semblante. Muchas veces los cantos dicen algo importante, pero nuestro rostro no expresa el sentido de lo que cantamos. Las personas que trabajan en canto, exigen mucho en la expresión corporal del cantante. Ej. Es un asunto de actitud,  pero también de aptitud. Tenemos que dejar la mediocridad, ensayar bien, asegurarnos de que salga bien, Dios merece lo mejor. (Salmo 33:3) “Hacedlo bien” Juan dice “En Espíritu y en Verdad” y : es “Necesario”.
Veamos Apoc. 4:10: “La Adoración celestial” La visión en la Isla de Patmos”: “Después de esto miré, y he aquí…”
Que hacían los 24 ancianos?  Se postraban y adoraban.
Que tenían los 24 ancianos?  Coronas
La corona representa poder, honra, un nivel más alto, porte, autoridad, gloria. Pero para ellos, esas coronas no son nada, y las tiran delante del trono, para entregarlas al que está sentado en el trono. Y es que la verdadera adoración, es esa: Postrarse, para adorar en espíritu y en verdad,  es despojarse de todo, de la honra, del poder, de la gloria de hombre, para entregarse y entregarle todo al Señor. Como dijo el apóstol Pablo “Todo lo tengo por basura para ganar a Cristo”. Lo único que nos debe importar es amar a Dios por sobre todas las cosas y agradarle a Él y adorarle como el sólo lo merece.

Amen. 
Dios les bendiga.

Calepafo55@hotmail.com



viernes, 31 de octubre de 2014


                                       


                          SIRVIENDO A DIOS SIN TRISTEZA

En el principio Dios creo al hombre a Su propia imagen. Él creó al hombre y a la mujer, los bendijo y les dio la orden de procrear y multiplicarse, llegar a ser una sola carne y formar una familia. Por medio de esa orden, el hombre pobló la tierra. Luego, el Señor apartó un gran número de personas para enseñarles leyes y mandamientos  y ordenanzas para un buen vivir, llegando a ser de ésta manera, el pueblo santo de Dios. Basados en el plan original de Dios, los seres humanos, creen que es normal al llegar a una edad adulta,  casarse  y procrear.
El esposo y la esposa, quienes se han convertido en un solo cuerpo, tienen que vivir juntos, con temor de Dios y cultivando amor verdadero y espiritual. Pero, analizando el aspecto  matrimonial y  lo que dice la biblia, respecto al servicio a Dios, en realidad es algo completamente diferente al pensamiento establecido respecto al matrimonio.
Veamos lo que dice el apóstol Pablo en 1°Corintios  7 (Leer todo el cap.)

Por lo que leemos en las sagradas  escrituras,  la iglesia de Corinto, era una de las más carnales (sino la más) de todas e inclusive, con casos serios de inmoralidad. Pero el apóstol Pablo, les llama “Santos”, porque también había entre ellos, personas verdaderamente  dedicadas al servicio de Dios. Vemos como en el primer versículo Pablo anota “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;” dice “escribisteis”  está hablando en plural, o sea que la carta la escribe una persona, pero está firmada por varias. Estas personas, estaban preocupadas por una situación específica, que se estaba presentando en la iglesia y deciden consultar a Pablo.
El apóstol responde entonces”  En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Más esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.
Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;
pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.
10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.
18 ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide.
19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
20 Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede.
21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más.
22 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo.
23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
24 Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.
25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está.
27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte.
28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.
29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen;
30 y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen;
31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.
32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor;
33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer.
34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.
36 Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case.
37 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace.
38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor.
39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor.
40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.

En primer lugar, Pablo se basa en algo que le escribieron (no sabemos qué), a lo mejor alguna pregunta, sobre casarse o no , a lo que él responde, que sería bueno para el hombre no casarse (es obvio que está hablando del hombre que sirve en la iglesia), pero para evitar que estuvieran en pecado de fornicación, les recomienda que se casen, que tenga cada uno su propia mujer, una sola, la suya, no dos, ni tres, ni tampoco la ajena; sino la suya propia. Luego, da consejos a los solteros y a las viudas y  les dice que a causa de no poder contener sus deseos sexuales, que se casen, porque es mejor estar casado, que ardiendo en esos deseos.
Miren hermanos lo que dice Jesús en Mateo 19 10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse.
11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
12 Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.
Jesús está hablando aquí sobre el divorcio, y basándose en lo que respondieron sus discípulos, Jesús aclara que hay eunucos, que se hacen eunucos ellos mismos, por causa del Reino de los Cielos. “Pero no todo mundo es capaz de recibir esto” No cualquiera tiene el don de continencia. Lo que Jesús, quiere decir es que muchos contienen sus deseos carnales, los sacrifican, para entregarse por completo al servicio del Señor, o del Reino de los Cielos. Cuando la persona se casa, tiene que cumplir con una serie de compromisos y obligaciones propias del hogar y, muy probablemente tenga  que cumplir un horario laboral y muchas cosas más que le impedirán dedicarse por completo a la obra del Reino. En los versículos 17 y 20 Pablo anota y recalca que él ordena en todas las iglesias lo mismo: Que cada uno haga de acuerdo a lo que el Señor le repartió y de acuerdo a como el Señor le llamó, de esa manera haga; o sea, así como estaba cuando él le llamó, así de esa misma manera quédese trabajando para el Reino de los Cielos. En el versículo 20 recalca “Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede”, luego en el 24, nuevamente repite “24 Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.” ¿Por qué será que Pablo repite tantas veces lo mismo?  V.26 Pablo creía  que es bueno quedarse soltero, porn la enseñanza de Jesús de acuerdo a Mateo 19 (luego lo veremos) y, porque la necesidad de predicar el evangelio era apremiante. Mientras más se acerca el fin, se incrementan en el mundo el pecado, la maldad, y las tinieblas. El desenfreno prevalece y el amor se enfría, como está escrito. Las personas ya no se esfuerzan ni se sacrifican, sino que son impacientes, se traicionan unos a otros, y van tras el placer.
Frecuentemente escuchamos noticias acerca de cosas inmorales que hace 40 o 50 años atrás no podríamos haber imaginado. Las personas se están manchando con más pecados y tinieblas, por lo cual no deberíamos asombrarnos por las terribles noticias.
Una de las cosas que mejor caracteriza a esta época es el cambio en la perspectiva acerca del amor entre un hombre y una mujer, así como también del matrimonio.
El mundo se ha convertido en un lugar sexualmente muy inmoral y corrupto. Las personas van tras la lujuria para mancharse a sí mismos, pensando que eso es amor. Las parejas comienzan a salir juntos a muy temprana edad y no guardan su integridad sexual. Si acaso la chica resulta embarazada, matan a su propio hijo.
Muchas personas se casan y se divorcian con facilidad, sin pensar en el dolor que causan a sus hijos. Algunos incluso piensan que la formalidad del matrimonio es muy inconveniente, por lo tanto se unen y viven juntos, y luego se separan muy fácilmente.
Pero los hijos de Dios por ninguna razón deben seguir este camino de tinieblas, sino que debemos mantener nuestros cuerpos y corazones santos y puros, tal como Dios desea. Nuestro propósito en la tierra no debe ser el de beber y comer, sino que debemos poner nuestra esperanza en el Reino de los Cielos.
Pero además cuando un servidor de Dios se casa,  necesita trabajar tiempo completo y es obvio que con una familia que atender, es muy difícil hacerlo. También está el hecho de que hay atender a las ovejas a cualquier hora, un pastor o lider, en muchas ocasiones, pierde incluso su privacidad. En muchos casos, la esposa no entiende que haya tenido que hacer tres o cuatro visitas después de un culto y, probablemente tenga que volver a salir a orar por algún enfermo o a hacer alguna liberación, etc.  Y si el apóstol Pablo creía que la necesidad de dar a conocer la palabra era apremiante en aquellos tiempos, ¿Qué podríamos decir de estos tiempos?
Pero el apóstol también dijo que él sabía que sería bueno para el hombre quedarse  en el estado que estuviera. En el verso 28, Pablo explica que al decir todas esas cosas, lo que quiere es evitarles o evitarnos aflicción de la carne, es decir sufrimiento. El verso 32 complementa éste sentir al decir que no quiere que estemos acongojados, y es que la vida matrimonial realmente trae consigo congojas, sufrimientos, aflicciones, preocupaciones, no solo a causa del esposo, sino también por los hijos. Aparte que demanda de mucho tiempo en ocupaciones que no son para el Señor. Vemos como muchos esposos y esposas se quejan de la desatención por parte de uno de los cónyuges, por estar inmersos en el trabajo eclesial. Por eso Pablo aconseja, que los que se dedican a la obra de Dios, es preferible que se queden solteros, o que no se casen  nuevamente, si han enviudado. El Señor sabe que es lo mejor para nosotros, y por eso nos advierte en su palabra lo que es mejor para nosotros, pero no hacemos caso y luego, nos estamos quejando. Miren lo que dice Proverbios19:3 “La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego contra Jehová irrita su corazón”. El Señor nos advierte, desobedecemos y después le echamos la culpa a Él de todo lo que nos pasa.  Pero, también dice el apóstol Pablo, que nos enseña esto para nuestro provecho V.35, para que actuemos honesta y decentemente y sobre todo para que no tengamos impedimento para acercarnos al Señor. Muchas veces hermanos, nuestras mismas familias son impedimento para acercarnos al Señor completamente y servirle de la manera que él lo merece y le agrada. Deuteronomio 6:5 dice: "Y amarás a JEHOVÁ tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas". El tipo de hijos verdaderos que Dios anhela son aquellos que aman a Dios con todo su corazón, mente, alma, ser, sabiduría, y vida misma.
Si nosotros decidimos permanecer solteros por causa de su amor a Dios, entonces probablemente llenaremos  nuestros  corazones con la esperanza del Cielo pensando solamente en Él. Por el contrario, si nos casamos, nuestro  corazón se dividirá, y esa división es de por sí, un impedimento.
El v.39 habla sobre la mujer cuando queda viuda, dice que es libre para casarse con quien quiera, pero a su juicio sería mejor que se quedara viuda, es decir sin casarse nuevamente. Pablo aclara, que esa es su opinión, pero nos deja saber que él también al igual que cualquiera de los hermanos de esa iglesia “Tiene al Espíritu Santo”. Pablo lo aclara porque en esa Iglesia, había muchas personas que se le oponían y aún murmuraban, pero como vemos en otros pasajes, él  deja claro quién es él en el Señor.
El apóstol Pablo realmente vivió sólo para el Señor sin haberse casad, y por eso él podía disponer de libertad para ir por todas partes a predicar el Evangelio.
Pero no se debe mal interpretar esto ya que no significa que era permitido casarse en los días del Antiguo Testamento y que no lo es en el Nuevo Testamento a causa de la segunda venida del Señor que está cerca.
Ya sea en el Antiguo o en el Nuevo Testamento, lo correcto es casarse en el Señor, pero si usted que quiere vivir para el Señor sin tener que casarse, eso es algo aún más bendecido. Por supuesto que muchos patriarcas se casaron y tuvieron hijos según la Promesa de la Cultivación Humana. Patriarcas como Abraham, Isaac, y Jacob se tuvieron que casar para tener muchísimos hijos a fin de formar la nación de Israel.
Como es también el caso de Moisés, él vivió una vida fácil y dura a la vez al guiar a tantas personas, de modo que necesitaba alguien de buen corazón quien pudiera servir y ayudar a Moisés. Entonces Dios preparó la mujer idónea para él. Sin embargo en ninguna parte de la Biblia se especifica que profetas tales como Elías o Eliseo se hayan casado, pues ellos no tuvieron que hacerlo. Más bien, estando solteros, llevaron la Palabra de Dios las veces que lo deseaban.
Tenemos asimismo el caso de Juan el Bautista, quien preparó el camino del Señor y dedicó toda su vida a Dios para cumplir con su deber. Jesús dijo acerca de él que era el mayor de los hombres nacidos de una mujer.
En el caso del Apóstol Pedro, el discípulo de Jesús, la Biblia declara que él si tenía una esposa.
En 1 Corintios 9:5 leemos: "¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?" Al leer este verso podemos darnos cuenta que otros apóstoles, aparte de Pedro, también se casaron.
Si ellos hubieran conocido a Jesús a temprana edad en sus vidas, no hubieran deseado tener una esposa, ya que ellos estaban dedicando toda su vida como apóstoles.
¿Y qué de la profetisa Ana? Ella enviudó a los siete años de matrimonio. Perdió a su marido a una edad joven, y hubiera podido casarse de nuevo. Pero por causa de su amor a Dios, vivió sola quedándose durante mucho tiempo en el Templo en lugar de buscar un nuevo marido. Ella pasó 84 años en el Templo, ayunando y orando, sin casarse otra vez. Por ser una mujer de tal dedicación, recibió la gracia para reconocer al bebé Jesús que vino como el Salvador.
Igualmente, muchas personas piensan que casarse es algo natural, para los que sirven al Señor, pero la Biblia no lo enseña así.

Estas no son mis palabras, sino que son las Palabras de Dios escritas en la Biblia, la Voluntad de Dios de la que el Apóstol Pablo escribió bajo la inspiración del Espíritu Santo. De hecho, no muchos pastores predican este tipo de sermón en la actualidad porque no hay muchos creyentes que aman al Señor al punto de estar dispuestos a aceptar  esa palabra.

Para terminar, recordemos nuevamente lo que el Señor Jesús dijo a sus discípulos en Mateo 19:11-12 dice: "11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. 12 Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba".
Los "eunucos por causa del Reino de los Cielos" son aquellos quienes han dedicado sus vidas al igual que el Apóstol Pablo, permaneciendo solteros. Escoger el hecho de permanecer solteros es algo de mucha bendición para los creyentes, pero no todos pueden recibir ese don.
Si uno no tiene esperanza completa en la Nueva Jerusalén, o si no puede vivir solamente de acuerdo a la Palabra de Dios, entonces quizás le resulte difícil escuchar este mensaje, más si se está lleno de esperanza por la Nueva Jerusalén y anhelando la santidad con fe, entonces ciertamente recibirá esta Palabra.
Jesús dijo: "El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba". Ustedes pueden recibir esta Palabra con gozo y pueden escoger el camino de mayor bendición ya que han aprendido claramente acerca del Reino de los Cielos y anhelan fervientemente la Nueva Jerusalén.
Si ustedes pueden poner la Nueva Jerusalén antes que cualquier deseo, no tendrán deseo por ninguna cosa preciada en este mundo. En realidad sé que hay muchos entre ustedes que han escogido este camino.
Pero no estoy diciendo que ustedes deben hacer un voto o una promesa, sin la consideración suficiente, ofreciendo sus vidas al Señor sin casarse. ¡Si ustedes pueden mantener esa promesa,  les será de gran bendición! Pero si ustedes cambian de opinión, eso les traerá grandes pruebas.
Si ustedes no tienen la confianza necesaria en sus corazones, en lugar de hacer un voto a la ligera, deben cultivar un corazón verdadero con anhelo y oración.
Un consejo del Señor, por medio del apóstol Pablo: Quédese en el estado en que está. No se busque congoja, no se busque aflicción. Trabaje para el Reino de los Cielos, buscando la Jerusalén Celestial.

Dios no nos obliga a casarnos o a que no lo hagamos. Debido a que tenemos libre albedrío, es bueno que nos casemos en el Señor, y es aún mejor que no lo hagamos para que podamos servir únicamente al Señor.
Pero Dios nos está permitiendo conocer que para aquellos que anhelan la Nueva Jerusalén, lo mejor es que no se casen de modo que puedan acercarse a Él sin impedimento.
Si estamos casados o no,  lo más importante es que nuestro corazón  ame a Dios en primer lugar. La razón por la que alguien determina no casarse,  no debe ser otra diferente, a su amor por Él.
Si  tomamos  la decisión de quedarnos solteros para Dios, Él ciertamente nos guiará hacia la Nueva Jerusalén. Nos enseñará las cosas que no comprendemos y nos  dará paz, así como también fortaleza, para que podamos hacer incluso las cosas que no logramos hacer por nuestras propias fuerzas.
Dios nos guiará a la Nueva Jerusalén al ver nuestra determinación porque  le estamos entregando al Señor algo muy precioso.
Si en realidad tenemos esperanza por la Nueva Jerusalén, les animo a que seamos lo suficientemente sabios  para escoger lo que es mejor.
Asimismo, para aquellos que ya están casados, deben amar a Dios en primer lugar, más que a su esposo o esposa. Ese es el mandamiento
¡Yo ruego en el nombre del Señor, que todos ustedes cultiven ese amor en sus corazones y que se adornen a sí mismos como novias santas y puras para el Señor!      AMEN

miércoles, 15 de octubre de 2014

                                 ¿AMISTAD  INCONDICIONAL?  




SANTIAGO 2:14

14: Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15: Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16: y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17: Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.18: Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19: Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23: Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24: Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

Las obras de las que habla aquí Santiago, no son cualquier obra. Él pone una obra de caridad como ejemplo (V.15-16), para mostrarnos como una buena intención, o el condolerse de alguien, no basta para obtener la aprobación de Dios. La verdadera fe, mueve a la obediencia, es decir, a actuar, a obrar con base en esa fe. Ser consecuentes.V.22 dice que la fe es perfeccionada por las obras, es decir por la obediencia, es actuar porque se tiene fe. Las obras de caridad son importantes si las vemos como servicio a Dios, pero si no somos obedientes a su voz, para hacer todo lo que Él nos manda, nuestras obras de justicia o “buenas obras” son para Dios como “trapos de inmundicia. Dice así en  Isaías 64: 6 (Biblia de las Américas): Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; Todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran. ¿Que son o que eran los trapos de inmundicia? En el tiempo de Isaías no existían las toallas higiénicas.  Los trapos de inmundicia eran los que usaba la mujer durante la menstruación. Recordemos, que durante  los días que duraba la menstruación, la mujer era inmunda y todo lo que ella se ponía y todo lo que ella tocara y la silla donde se sentaba, y el que la tocaba a ella, etc. Todo era o quedaba inmundo. Miren que fea y desagradable es para Dios nuestra caridad, alejada de la obediencia total a su palabra. La fe de Abraham actuó juntamente con sus obras, es decir: creyó y actuó, y esto no ocurrió una sola vez; siempre que Dios le pidió algo a Abraham, el no solo le creyó a Dios, sino que además obedeció (y esto es lo importante)  Fue por esa razón que Dios le llamó “Su amigo”, a tal punto que Dios no le ocultaba nada a Abraham, así como nosotros ¿verdad? Con nuestro amigo o nuestra amiga íntima. No le ocultamos nada. Génesis 18 dice “17 Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
18 habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
¿Cómo le iba Dios a ocultar algo a su amigo Abraham? Si sabía que él no lo iba a traicionar, si conocía su corazón y sabía que por su obediencia, bendeciría a todos los pueblos de la tierra. Cuando hay una verdadera amistad con Dios, hay una relación mucho más íntima y constante, es cuando ya no le pedimos que nos  muestre su voluntad, sino que ya sabemos cuál es. Y nos  sentiremos  como parte de su voluntad. Nos sentiremos  como su mano hacedora aquí en la tierra. Nos sentiremos como su sentido común. Cuando llegamos a éste punto y hay que tomar decisiones, al final terminamos diciendo: Yo sé que a veces mis decisiones son erradas, pero tú serás mi guía y el Espíritu Santo será nuestra guía, nuestra luz nuestro  freno. Pero muchas veces, nos acostumbramos a tener una vida religiosa y nos cuesta llegar a ésta cercanía a esa amistad a ese nivel de intimidad con Dios. Nos acostumbramos a un espíritu dominical y eso frena el desarrollo de una vida espiritual, y frena una vida vinculada  más cerca a Dios, Él Señor quiere tener esa amistad, como cualquier Padre con su hijo. Abraham conseguía tener esa cercanía de deleite, de disfrute  de tal cercanía que entendía la voluntad de Dios. No siempre es fácil tener una buena amistad. Abraham, muchas veces dejó de orar, pero... ¿porqué Abraham  dejó de orar? quizá porque estaba aún lejos de ese lugar de intimidad en esa relación con Dios que quizá le hubiese posibilitado en seguir insistiendo en orar más y más para que le concediese ese deseo de querer hacer la voluntad de Dios, pero a veces nos oprimimos a nosotros mismos, entran prejuicios en nuestra vida, nos cansamos de forjar  esa amistad con Dios, de levantar oración,  al final nos vamos quedando distantes, mas lejos de alcanzar la verdadera voluntad de Dios, y cuando levantamos oración conforme a nuestros objetivos  y que va solo en nuestro beneficio, nos cansamos orando y empezamos a divagar  vamos haciendo oraciones más pobres, más tristes, y es porque quizá no hemos alcanzado ese nivel de confianza, porque la amistad también es confianza, estrechamiento, lazos de amor, unión y cuando llegamos a divagar con esas oraciones que no demuestran una genuina amistad, al final lo que demostramos es que no estamos tan íntimamente familiarizados con Dios, como por ejemplo  lo estaba Jesús, en esa relación estrecha. Pero Jesús quería que nosotros también tuviésemos esa relación y estuviéramos tan cerca al Padre como lo estaba Él. Jesús dice en Juan 17:21 “Para que sean uno como nosotros somos uno” Jesús decía esto a sus discípulos y seguidores, que quería que fuéramos uno en Cristo Jesús. Como Él es uno con el Padre. Si empezamos  a reflexionar cual fue la última oración que levantamos, cuando fue la última oración sensata que hice, en que estaba centrado? Quería conseguir algo para mí, o quería llegar a Él.  En un clamor íntimo y profundo? A veces la razón única de nuestra oración, es solo pedir y no conocer mejor a Dios, a veces nuestras oraciones son condicionantes, u oramos por orar, o son oraciones confusas. El Señor quiere que nuestras oraciones sean un deleite. El Salmo 37:4 “Deléitate en Jehová y él te concederá los deseos de tu corazón”. Si clamamos a Dios y confiamos en Él, nos concederá nuestras peticiones. Él conoce nuestras necesidades, pero quiere que nos deleitemos en El. Cuando nuestras  oraciones sean legítimas, Él perfeccionará esa amistad. Eso llenará nuestra vida de beneficios espirituales. También nos dará madurez espiritual, mayor visión, un amor más profundo hacia Dios, su obra y las almas; un gozo permanente generado por el Espíritu Santo. Muchos beneficios que necesitamos, pero que a la vez tenemos que ganarlos forjando en esa amistad especial con Dios, y eso se consigue clamando más, orando más, obedeciendo siempre, no solo porque  somos sus hijos, sino para que nos llame  “Amigos” como lo hizo con Abraham.

Veamos ahora que dijo Jesús a sus discípulos, respecto de la amistad.


Juan 15:13-14-15 Nueva Versión Internacional (NVI)

Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando15 Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.

Ciertamente, dar  o entregar la vida por alguien, es la mayor prueba de amor. De hecho, el apóstol  Pablo hace alusión a esto, respecto al amor del esposo a su esposa en Efesios 5:25  Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella. Jesús entregó su vida por nosotros, su iglesia. Eso es lo que normalmente decimos y creemos porque lo dice la palabra, pero, ¿cuantos de nosotros hacemos realmente lo que Jesús dice?  (Él es la palabra de Dios) El da la vida por “sus amigos” ¿y nosotros somos realmente sus amigos? ¿Estamos haciendo lo que Él nos manda, para que podamos ser sus amigos? Ya Él hizo su parte: entregó su vida por nosotros
Hay una condición para que Jesús pueda llamarnos amigos y no solo servidores: Hacer lo que Él nos manda, obedecerle, hacerle caso. Y cuando ya somos sus amigos, entonces nos revela su palabra. Jesús dio a conocer, les contó a sus amigos los discípulos los planes de su Padre, todo lo que el Padre le había dicho a Él que haría con la humanidad, en ese momento y en el futuro. Jesús hizo lo mismo que su Padre, Dios no le encubrió a Abraham sus planes, Jesús tampoco, Dice “Ahora les he llamado amigos porque les he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre”, un  verdadero amigo, te cuenta todas sus cosas, sino lo hace, es porque no le generas confianza, entonces no es tu amigo verdadero. El verdadero amigo te cuida, aconseja, defiende y nos hace ver nuestros errores, sin divulgarlos. Un amigo que nos ama de verdad, nunca querrá un mal para nosotros. Nunca nos pedirá que hagamos algo incorrecto o ilícito,

¿Cuantos de nosotros tenemos amigos que merezcan toda nuestra confianza, como para contarles cosas muy importantes y privadas, que no las puede saber cualquiera, sino solo los amigos de confianza? Así mismo Jesús nos eligió para contarnos los misterios del Reino de los Cielos, a sus amigos, los que hacen lo que Él manda. La amistad con Jesús no es incondicional. Su amor, sí. Él ama incondicionalmente a todo el que se le acerca en actitud humilde. ÉL dice: “El que a mi viene, no le echo fuera”.

Debemos tener claro el concepto de la clase de  vida que queremos llevar, para ser amigos de Dios. El apóstol Santiago dice en el  capítulo 4: v “3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastar en vuestros placeres. 4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios5¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?
 En el versículo 4, vemos como dice “Se constituye enemigo de Dios”. Me llamó la atención, porque no dice “Se constituye en enemigo de Dios” y con la ayuda del Señor en oración, entendí, que en éste pasaje, no aparece la sílaba en como prefijo, porque esta, solo se usa en casos en los que hay o deba haber un proceso, o bajo ciertas circunstancias. Ejemplo: Para decir: enladrillar, hay que preparar mezcla y ladrillos; para encerar, hay que echar la cera en el piso, o donde sea; para  encubrir, primero tiene que haber ocurrido algo, que se quiera cubrir, etc., pero aquí las Sagradas Escrituras  no hablan de procesos, ni de circunstancias. Porque se supone que si sabemos que no pertenecemos al mundo ¿Qué vamos a buscar en él? Simplemente, si queremos ser amigos del mundo, nos hacemos inmediatamente, enemigos de Dios. Así, sin procesos (V4 “el que quiere), con el solo hecho de desearlo ¿Por qué vamos a desear algo que lleva a la muerte eterna? ¿Acaso añoramos nuestra vida pasada? ¿Que nos dejó?  Nosotros tenemos la palabra de Dios que nos limpia y nos santifica, si la leemos y la aplicamos a nuestras vidas cada día. 1ª. Juan 15-17 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

Que grande y hermoso es el resultado de hacer lo que Jesús nos manda. No solo nos llama sus amigos, sino que además permaneceremos para siempre. Estas cosas no provienen del Padre, sino del mundo; ¿y quien es el príncipe de éste mundo? Satanás, el principal enemigo de Dios, es por eso que al hacernos amigos del mundo, inmediatamente, nos constituimos, nos convertirnos, nos hacemos enemigos de Dios. Dios es Luz y en Él no hay tinieblas. La Biblia dice, que la Luz vino al mundo, pero el mundo, los hombres amaron más las tinieblas que la Luz
.

Jesús dio la vida por sus amigos, si somos sus amigos, ¿estaríamos dispuestos a dar nosotros nuestra vida por Él?  Piénsalo… 

jueves, 4 de septiembre de 2014

  LA REGLA DE ORO  Y EL VERDADERO  SIGNIFICADO DE LA LEY

2.-
Mateo 5:38:42 (leer hasta 48)     

38 
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

 Jesús presento 6 ejemplos en cuanto a la observancia externa de la ley, dándole el verdadero significado de cada una. En este caso toca el quinto ejemplo, que es una regla judicial, aclarando que hay un justo castigo para cada crimen cometido.
Preguntémonos  ¿Aplicamos la ley de amor a nuestro prójimo?
Introducción: Los que logran hacer una distinción de la dispensaciones, discuten en que tiempo era más difícil ser un buen creyente, si en el tiempo de la ley o ahora en el tiempo de la gracia.

I. EL CREYENTE TIENE QUE SER MISERICORDIOSO (vs. 38)
A. Vs. 38 “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente” Esta frase conocida como la ley del talión había sido mal entendida por lo tanto mal aplicada.
B. Se había estado usando esta ley para tomar venganza personal, cuando Dios había establecido instituciones encargadas de aplicar justicia.
1) Una persona que accidentalmente hería a otra, corría el peligro de perder la vida en manos de los familiares del accidentado.
2) Se mataban entre sí por ofensas menores.
3) No acudían a las cortes ni a los jueces para resolver los problemas (Nm. 35:31)
C. Por esta razón Jesús aclara que esta ley había sido dada para mostrar misericordia y justicia, y de esa manera evitar la venganza. Servía para guiar a los jueces en la aplicación de una sanción debida.
D. Los deseos de vengarse corta la relación con Dios, pueden enfermar a la persona en todas las áreas, mental, física y espiritual.
1) Cambia el semblante del rostro
2) Grita a los demás
3) Vive pensando en la manera de vengarse
4) Sus nervios y su presión sanguínea son alterados
5) Incluso pueden apresurar la muerte (ataque al corazón)
E. En Levítico 19:18 dice: “No te vengaras, ni guardaras rencor a los hijos de tu pueblo, sino amaras a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”
F. El creyente tiene la responsabilidad de ir más allá, perdonar al ofensor, de esa manera muestra una actitud misericordiosa.



II. EL CREYENTE TIENE ACTUAR CORRECTAMENTE (vs. 39)

A. Vs. 39 “Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” Jesús enseña que no se tiene que actuar de la misma manera que el atacante.
B. En cierta ocasión un cura-sacerdote intervino en una pelea de casados, en el intento de evitar que el esposo borracho golpeara a la esposa, recibió un golpe en la mejilla derecha, así que le mostró la mejilla izquierda, a lo que el esposo borracho aprovecho y le dio otro golpe. El sacerdote enojado golpeo al borracho diciendo “es mejor dar que recibir”.
C. Un golpe en la mejilla no necesariamente es un contacto físico, puede ser:
1) Insultos
2) Miradas despectivas
3) Criticas destructivas (chismes)
4) Amenazas
D. Mostrar la otra mejilla va contra nuestra naturaleza, por eso es difícil, significa evitar las confrontaciones, las peleas y palabras hirientes. No se venga ni se resiente. El apóstol Pablo también lo menciona: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Col. 3:13).
E. En vez de actuar mal y decir malas palabras, mejor cambiémosla por acciones y palabras edificantes:
1) Halague la presencia del hermano (a)
2) Elogie sus triunfos
3) Reconozca los talentos de los demás
4) Sea amable
5) De un apretón de manos
6) Y si es posible un abrazo.
7) Aplauda los logros

III. EL CREYENTE TIENE QUE SER GENEROSO (vs. 40)
A. Vs. 40 “y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica déjale también la capa” La capa era una vestimenta exterior semejante a una manta larga.

B. El judío común lo usaba para protegerse de los vientos fuertes, el levantamiento de arena y tierra, el caluroso sol, como cobija cuando la noche lo tomaba por sorpresa en el camino. Era una prenda muy útil por esa razón nunca se dejaba como garantía de un préstamo.

C. El creyente no puede pasarse la vida exigiendo sus derechos y estando en pleitos con los incrédulos, y mucho menos en el tribunal, a veces es necesario perder para seguir con un buen testimonio.
D. Estamos acostumbrados a recibir, nos gusta recibir, pero pocos estamos dispuesta a dar. A la mayoría nos cuesta ser generosos ya sea a manera personal o grupal.
E. Tenemos que ser generoso en:
1) La comida
2) La ropa
3) El dinero
4) Espacio físico (para descansar)
5) Con las palabras
6) Con el tiempo.

IV. EL CREYENTE TIENE QUE CUMPLIR CON LOS DEBERES CIUDADANOS (vs. 41)
A. Vs 41 “y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos” El imperio romano obligaba a sus súbditos hacer trabajos extras si el caso lo ameritaba, como:
1) Acarrear agua
2) Alzar provisiones alimenticias y armas
3) Cargar un soldado herido
4) El mejor ejemplo lo tenemos cuando Simón de Cirene fue obligado a cargar la cruz que Jesús no podía llevar (Mt 27:32).
B. Para nosotros una carga pesada de llevar puede ser:
1) Pagar los impuestos
2) Ir a votar por un candidato
3) Cumplir las normas de transito
4) Colaborar con la policía
C. Lo que Jesús resalto fue la actitud con la que se tenía que cumplir, y esta no podía ser con resistencia, amargura, ni protesta ni aflicción.
D. Sino que las cargas propias y la de los demás tienen que ser llevadas con actitud de servicio ya que con eso cumplimos la ley de Cristo (Gál. 6:2)

V. EL CREYENTE TIENE QUE PRESTAR CON SABIDURÍA (vs. 42)
A. Vs. 42 “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” Jesús es puntual cuando se trata de ayudar al prójimo.
B. Se tiene que prestar tomando algunas consideraciones, algunas de las preguntas que se puede formular es:
1) ¿Apoya la flojera?
2) ¿Abusa de la caridad de los hermanos?
3) ¿Incentiva el descuido del trabajo?
C. Y otra consideración sería, si se cuenta con la posibilidad de prestar, no está bien dar a los demás si hacemos pasar necesidad a los nuestros.
D. El que recibe el préstamo es animado en su confianza en Dios, aprende a ser más laborioso y es fomentado en su responsabilidad.
E. Por eso el apóstol Pablo confirma esta enseñanza diciendo: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gál. 6:10). Todo creyente está llamado a apoyar a los demás.
Conclusión: el creyente tiene que ser misericordioso, tiene que actuar correctamente, ser generoso, buen ciudadano y prestar con sabiduría.


LEYES SOBRE ACTOS DE VIOLENCIA
Éxodo 21: 12-25 
12 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.

13 Más el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.

14 Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.

15 El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.

16 Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.

17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.

18 Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama;

19 si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen.

20 Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será castigado;

21 más si sobreviviere por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.

22 Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces.

23 Más si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,

24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

25 quemadura  por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

1 LA LEY DEL TALIÓN

El término ley del talión (latín: lex talionis) se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. El término "talión" deriva de la palabra latina "talis" o "tale" que significa idéntica o semejante, de modo que no se refiere a una pena equivalente sino a una pena idéntica. La expresión más conocida de la ley del talión es "ojo por ojo, diente por diente" aparecida en el Éxodo Antiguo Testamento.

Históricamente, constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño producido en el castigo, siendo así el primer límite a la venganza.

La ley del talión pertenece al derecho penal y  como ya vimos, consiste en hacer sufrir  a la  persona,  que delinquió,  un daño igual al que causó. Responde a situaciones socio-culturales en las que la justicia;  es asunto de los particulares e introduce un criterio de objetividad en el ejercicio de esa justicia. Ante el recurso legal como medio disuasorio, Jesús ofrece la alternativa superior de un desarme del corazón y del espíritu con capacidad para renunciar a todo tipo de compensación y para desarmar al contrario por medio de la sorpresa de una actitud abierta y liberal.

En primer lugar se enuncia el principio general: no hacer frente al agresor, es decir, no recurrir a la violencia.
Este principio viene después explicado prácticamente a base de casos gráficos, paradójicos, chocantes. Detengámonos en dos de ellos.

Al que te pone pleito para quitarte la túnica, dale también la capa. La túnica era la prenda interior de vestir, la capa, la exterior. Alguien te lleva a juicio por la ropa interior que llevas, pues cree que se la has robado. Jesús te dice: dale también la ropa exterior. La propuesta es de las de dejar a uno atónito, pues equivale a decir que te quedes desnudo.

A quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos. Los romanos, siguiendo una práctica persa, requisaban personas y animales para la realización de servicios públicos. El caso contemplado por Jesús es el del invasor romano obligando al judío a llevar una carga por espacio de un kilómetro. La propuesta de Jesús es, de nuevo, para dejar atónitos: dobla la distancia que te exige el invasor.

Versículos 43-48: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.

Aunque la ley a la que se refiere Jesús, y que está recogida en Lv 19-18, habla sólo de amor al prójimo, en la práctica este amor llevaba al aborrecimiento de los no judíos: los no judíos no eran prójimo.(Recordemos la parábola del buen Samaritano)

La alternativa de Jesús propone a  quien desconoce por completo este concepto es la superación del concepto de “enemigo” con base en   la actuación de Dios Padre. A esta razón añade Jesús otra, de tipo amistoso-práctico: el discípulo suyo debe ser diferente a las demás personas. Para concluir, con la invitación a ser perfectos. Perfecto en el sentido de completo, abarcador.  Este párrafo (Mateo 5:)  es tal vez el texto bíblico que expresa con mayor magnitud y ejemplariza de manera radical y absoluta la diferencia entre un cristiano verdadero y una persona del común o un gentil. Como lo llama la Biblia.
 Ser cristiano, es estar situado en el espacio que se abre más allá de la ley, más allá de lo ordenado o lo  prohibido.

"Pero yo os digo" ¡Ese “Pero”   es el espacio cristiano!  El que se halla en él no es que sea una “Buena persona”   sencillamente es una persona diferente, lavada por la sangre de Cristo, dispuesta a obedecer su única ley, la ley del amor. El espacio cristiano, surge cuando se descubre a Dios como Padre. “Para que seáis  hijos de vuestro Padre que está en los cielos” El Padre es la referencia que explica la razón de ser del  cristiano (Porque somos hijos)

La ley del talión -ojo por ojo diente por diente- no respira venganza sino justicia.                       Frente al sistema anárquico de venganza personal indiscriminada, muchas civilizaciones antiguas,  no sólo los hebreos, establecieron el principio moderador del talión; que indica, que la medida del castigo corresponda a la medida del perjuicio, sin excederla con sobrecargas. Ejemplo: robaste cien, devolverás cien. "Si alguno causa una lesión a su prójimo; como él hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. El que mate un animal, indemnizará por él; pero el que mate a un hombre, morirá".

Supondría un paso de gigante para el buen orden del mundo, el que esta ley gobernara la conducta personal y social.  La ley del talión se usaría  en una sociedad organizada, pero no es la indicada ni tampoco definitiva  para el reino de la paz y del amor.


 Jesús  irrumpe con un espíritu nuevo: El amor al enemigo. No es un nuevo Código Penal, ni la forma nueva con que los jueces habrán de aplicar la ley. Es una irrupción salvadora de Dios en Jesús, que ha de poner de manifiesto la debilidad y limitación de lo que pueda hacer el hombre  en pro de su  liberación y por supuesto, la de toda  la humanidad.      

Que Dios les bendiga.

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ARREPENTIMIENTO

                     
                              
Vamos a tratar tres puntos claves, que  son  a  su vez, las tres primeras cosas que se presentan en la vida de una persona cuando Dios tiene misericordia de ella, y es llamada o apartada para salvación.
1°-Nos  arrepentimos  y pedimos  perdón  (Hechos 2: 38)  (Mateo: 6:12 al 15)
2°-Nos bautizamos  en agua  (Mateo 3:11)
3°-Damos  frutos de arrepentimiento  (Mateo 3: 8)

1º Arrepentimiento - Perdón


En primer lugar, debemos tener muy claro lo que es el arrepentimiento. Según el glosario de la Biblia Devocional  y de Estudio, y según el diccionario de  la R.A.D.L.L.E;  arrepentirse es sentir profundo dolor y tristeza por algo que se ha hecho. Pero además  de esto hermanos,  este arrepentimiento ha  sido producido por una gran frustración y amargura (Lucas 22: 61 y 62) dice que Pedro lloró amargamente. Ahora bien, ¿por qué Pedro lloró amargamente?... porque se arrepintió, se arrepintió de haberle negado,  sintió  remordimiento  cuando  vio el rostro del Señor  ensangrentado,  y todo herido, muriendo por los pecados de él.  Pobre Pedro, después  que le había dicho a Jesús que estaba dispuesto a ir con el no solo a la cárcel, sino  aún,  hasta la muerte.
Pero cuando en  el libro de los Hechos se nos habla sobre el primer discurso de Pedro, en el capítulo 2 ver.28, donde Pedro les responde a los que le preguntan: ¿entonces hermanos que haremos? Pedro responde sin titubear: “arrepiéntanse”.  Él sabía lo que estaba hablando, tenía autoridad moral para hacerlo, porque   había experimentado (un) arrepentimiento, cual no hay otro.
Por estos días, encontré en Facebook, algo que escribió un amigo. Decía mi amigo: “Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba, serán las de las palabras no dichas y las de las obras inconclusas. Por eso, yo no me arrepiento  de nada. El que se arrepiente de lo que ha hecho, es doblemente miserable”- Hermanos, esto, es una filosofía absurda e irracional. El que dice que no se arrepiente de nada o que no tiene nada de que arrepentirse, es una persona soberbia,  contumaz. Alguien que no reconoce sus errores o equivocaciones, y por lo cual nunca se corregirá, porque piensa que está bien. Es sabio en su propia opinión. Hay personas que durante su vida han  hecho y deshecho; han  herido, ofendido, humillado, ultrajado, han  indispuesto a alguien, han mentido, han  sido infieles. Esto, para no mencionar cosas peores. Todos, sin excepción en algún momento de nuestras vidas nos tenemos que arrepentir de algo. Porque somos imperfectos, nos equivocamos, tomamos decisiones incorrectas, o actuamos egoístamente, o somos orgullosos, o como se dice comúnmente, miramos a la gente por encima del hombro. Cuando hacemos lo contrario a lo que dice Dios en su palabra, estamos pecando. Lo estamos defraudando. De éstas cosas también nos tenemos que arrepentir cuando llegamos a los pies del señor. No es sólo si hemos robado o fornicado o adulterado; o como creen algunas personas que solo de los “pecados grandes”. Es que nos tenemos que arrepentir. No es así, ya que para Dios no hay pecado grande o pequeño,  todos son pecados. Por eso dice en la carta de Pablo a los  romanos: “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. Todos cometemos  pecados y todos nos tenemos que arrepentir. Tampoco es como dicen  algunos: “yo no le hago mal a nadie, no me meto con nadie, etc. pero mienten, fornican,  se quedan con algo que les prestan, o dicen alguna verdad a medias, (lo cual también es mentir),
Hermanos, en la biblia está escrita la manera como Dios quiere que vivamos o  como quiere que nos comportemos.
Pero, Por otra parte,  y para hacer nuevamente alusión a lo que dijo mi amigo en cuanto a que “las lágrimas más amargas que se derramarán  sobre nuestra tumba, serán las de las palabras no dichas  y las de las obras inconclusas”… déjenme decirles, que en esto tiene razón porque muchas veces tenemos que arrepentirnos de lo que no dijimos, cuando debíamos haberlo dicho y de lo que no hicimos; porque  esto, también es un pecado. ¿Saben cómo se llama este pecado? “pecado  por omisión”. En otras palabras: negligencia, desinterés, falta de atención, pereza. Ahora bien, ¿qué dice la biblia con respecto a esto?
En el libro de Josué, el capítulo 1, está lleno de recomendaciones  o de llamados a esforzarse, a ser valientes, a no desmayar; porque Dios está con nosotros. El Señor le dijo a Josué, que así como estuvo con moisés, estaría con él. En el ver. 2 le dice:” ¡Levántate!”  Y  pasa el Jordán tú, y todo éste pueblo”… y podemos estar seguros que así como estuvo con Moisés y con Josué, estará con nosotros si somos  buenos y nos esforzamos, si no tenemos temor y no desmayamos, como dice en 2ª. De Crónicas 19: 11.
El pecado de omisión se comete, cuando dejamos de hacer algo bueno o importante contemplado  en las ordenanzas del Señor, para beneficio de alguien  o de algunos o en pro de algo. Luego, si causamos un perjuicio o dejamos de causar un beneficio por nuestra omisión, tenemos que arrepentirnos,  ya que la palabra de Dios dice que  “el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, se le cuenta como pecado” (Santiago 4: 17). Además, tenemos un ejemplo muy claro en las escrituras con respecto a esto en el evangelio  de Mateo, capítulo 25 del ver. 31 al 46. allí dijo Jesús: “porque  tuve hambre y no me diste de comer, tuve sed y no me diste de beber, estuve desnudo y no me cubristeis…” así que hermanos, este pecado es igual  a todos los demás y por esa razón también de esto nos tenemos que arrepentir; porque  ya vimos como el señor nos va a decir:  “por cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeños, a mí no lo hicisteis, apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” .  Y es que al Señor no le podemos salir con excusas: ¡ay! Señor es que yo… es que yo… Es que yo nada hermanos. Alguien  dijo alguna vez  que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. No podemos salir con que no tuvimos tiempo, o no sé qué. El señor nos  está dando  ahora la oportunidad, para que visitemos al vecino enfermo, a la mujer que enviudó, a los hermanos  o a cualquier persona que tenga. Necesidad de algo. De consejo o de apoyo moral o espiritual  o alguna necesidad económica  o de cualquier otra índole material.  Si no tenemos dinero, seguro vamos a encontrar alguna forma de hacer el bien, de ayudar, haciendo alguna diligencia a alguien que no se puede  desplazar, esperando el turno  en una fila a una anciana o mujer embarazada, etc. recordemos  que de acuerdo a la Biblia, la fe sin obras es muerta. Podemos  estar seguros  que si tenemos  en nuestro  corazón el deseo de servir, Dios nos  va a proveer  o nos va a indicar de qué manera quiere que lo hagamos.  Entonces no nos  resistamos. El apóstol  Pablo le dijo a Timoteo: “procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como  obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2ª Timoteo 2:15). Cuando nos avergonzamos de algo, hermanos, lo más seguro es que luego nos arrepintamos;  entonces debemos ofrecer disculpas o pedir perdón.  Aquí, el apóstol  Pablo está exhortando a Timoteo que “procure con diligencia.  ¿Para qué? para que después no tenga que arrepentirse por haber sido negligente.  Otra recomendación acerca de no ser negligentes, la encontramos  de parte  del rey Salomón en su libro de Eclesiastés, cuando dice en el capítulo  9: 10 “todo lo que te venga a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque al seol a dónde vas, nada hay”. Seamos  diligentes  hermanos, no pequemos por omisión.

Ahora bien,  ¿por qué nos tenemos que arrepentir?

Para que el Señor nos  perdone. Porque  el verdadero arrepentimiento comienza perdonando a los que nos hayan agraviado, porque si  no perdonamos, el Señor tampoco nos  perdonará a  nosotros. (Mateo 6: 14-15).

2° Bautismo


 Después del arrepentimiento y el perdón, nos bautizamos en el nombre de nuestro señor Jesucristo  y  recibimos  al Espíritu Santo de Dios. Entonces comenzamos una nueva vida, como hijos de Dios. Somos nuevas criaturas. Hermanos, el bautismo en agua  es una  representación y una confirmación  del nuevo nacimiento ante el mundo. El bautismo,  opera para arrepentimiento y perdón de pecados. Es  por esa razón que tenemos el deber de perdonar. Es,  en sí mismo un paso de obediencia, de lo cual el mismo Jesús nos dio ejemplo (Mateo 3: 15) cuando le dijo a Juan Bautista: “porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Jesús no tenía que arrepentirse de nada, porque era sin mancha; luego entonces, vemos que el bautismo no opera para salvación puesto que Jesús es el salvador; pero lo hizo para darnos ejemplo de obediencia, justicia e igualdad. Como quien dice: “la ley entra por casa”.


3° Damos frutos de arrepentimiento


En Mateo  3:8, Juan Bautista hablo acerca de “dar frutos dignos de arrepentimiento”.  Pero  para que podamos dar esos “frutos“, tendríamos  que haber experimentado el verdadero arrepentimiento. Y ¿cuál es el verdadero arrepentimiento?  No  volverlo a hacer.  Veamos:
A la mayoría de las personas que Jesús sanaba les decía “vete y no peques más”, Eso significa concretamente que tiene que haber un cambio radical en nuestras vidas. Es dejar de hacer lo malo y comenzar a hacer el bien, o lo bueno. Es dejar de ser negligentes  y comenzar a ser diligentes. Hacer todo lo que he venido  aplazando o postergando y que la gente comience a verme como alguien que cumple su palabra o sus deberes. Vamos a hacer lo que debemos hacer y lo que dejamos de hacer, para cumplir la palabra en aquella parte que dice: “Siervos  inútiles somos, porque  lo que debíamos hacer,  eso hicimos”. El señor Jesús  dijo en algunas ocasiones: “por sus frutos los conoceréis”. Esos son los frutos dignos de arrepentimiento.  Las buenas obras o el buen proceder que se dan como resultado de la nueva vida en cristo Jesús.
Hermanos, arrepintámonos, confesemos nuestros pecados al señor (Mateo 3:6) pidámosle perdón y tomemos la firme decisión de no volver atrás, porque el que vuelve atrás se hace transgresor. Miremos lo que dice Jesús en Juan  5:14: “después le halló Jesús en el templo y le dijo: mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor”.  Recordemos que Dios no puede ser burlado, las cosas del Señor son serias y son para bendición en nuestras vidas. Cuando le buscamos, ya él no nos va dejar ni nos va a desamparar, puesto que ya somos sus hijos con todos los beneficios que eso implica. Evitemos las tentaciones. Apartémonos  de quien nos quiera apartar del camino del Señor. Pidámosle que nos dé discernimiento espiritual para saber cuándo alguien  muy  sutilmente  lo está haciendo, pues se está dejando usar por satanás. Recordemos que solo el que persevera hasta el fin será salvo.

Amen.  Que Dios los bendiga.

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