jueves, 21 de febrero de 2013

Cuando no conocemos a Dios


CUANDO NO CONOCEMOS A DIOS
  



JUECES 2: 1-10


“Y toda aquella generación también fue  reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos una generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel”.

Por lo que dice la palabra de Dios, vemos que  luego que murió moisés, lo sucedió Josué, que después también murió, y todos los ancianos que quedaron vivos después de Josué, también murieron, los cuales eran los que habían visto todas las maravillas  que Dios había hecho con el pueblo de Israel: la división del Mar Rojo, el agua de la peña de Horeb en el desierto, el pan del cielo (Maná), las Codornices,  la duración de la ropa del pueblo en el desierto, por cuarenta años, al igual que el calzado… y pare de contar. Pero… quedaron los o bisnietos, los tataranietos; en fin, una  nueva generación que no conocía a Jehová, ni  las grandes cosas que Jehová  había hecho con el pueblo de Israel. No conocían literalmente a Jehová, porque no vieron con sus propios ojos las cosas que poderosas que Jehová había hecho a Israel. Pero no obstante si las conocían por tradición oral; porque  sus antepasados se las habían contado y estaban escritas. Ellos sabían que había un Dios todopoderoso que se llamaba Jehová. Pero  realmente no le conocieron porque no lo vieron con sus propios ojos y, se  alejaron del Dios de sus padres sin recordar todas las cosas prodigiosas que Él, Jehová, había hecho y se contaminaron con  las costumbres paganas de las naciones a las cuales habían llegado porque  allí los había llevado Jehová, con la promesa de entregarles todos esos reinos y aquellas tierras, pero con el compromiso de parte de ellos de no contaminarse. Pero prefirieron a sus dioses, porque a éstos si “conocieron” porque podían verlos, porque tenían una imagen a la cual podían tocar, adornar, adorar o arrodillarse ante ellas. 

Aunque desde el comienzo del éxodo, el Señor le advirtió al pueblo de Israel, que no se contaminaran con las costumbres de las ciudades a donde Él los llevara, aunque les dijo una y mil veces que se convirtieran los otros pueblos a ellos y no ellos a los otros pueblos;  no lo hicieron, fueron desobedientes, y fue allí donde al dedicarse a adorar otros dioses, se fueron olvidando de  su Dios Jehová, hasta  que llegó el tiempo de las generaciones que no le conocían. En el libro de Hechos de los Apóstoles, capitulo: 17 verso 16, encontramos como los atenienses tenían  en su templo muchos altares a diferentes dioses, pero entre ellos el Apóstol Pablo encontró un altar  con una inscripción en la que decía  “al Dios no conocido”  y, es que ellos habían levantado ese altar, porque sabían  que había un Dios que hacía maravillas, pero decían que no le conocían, porque  nunca le habían visto,  porque no tenían una imagen de Él, una imagen a la que adorar, ante la cual arrodillarse. Así mismo, hoy, hay gente que no sigue a Dios, porque no le ve. Prefieren ir tras supuestos santos, porque tienen una imagen ante la cual se pueden arrodillar, una imagen que pueden ver y tocar.   Pero hermanos, el señor Jesús dijo “bienaventurados los que sin ver creyeron” y también dice el Apóstol   en 1ª de juan 5:4 “esta es la victoria que  ha vencido al mundo, nuestra fe” y es así, porque  es por fe, que vive el cristiano, fe, es creer en un Dios todopoderoso, que aunque no le veamos, sabemos que le hay  y está presto a nosotros. En  2ª de Corintios 5:7, nos dice  el Señor por medio del Apóstol Pablo, que no es por vista que andamos, sino por fe.

Pero hermanos, lo peor que le puede pasar a alguien, es no conocer a Dios. Porque no conocer a Dios, es no saber las cosas que Él puede hacer por nosotros (Jeremías 33:3),  no conocer a Dios es vivir en la oscuridad (Juan 8:12 y 3:19), no conocer a Dios es estar ciego (Juan 9:35), no conocer a Dios es estar muerto (Lucas 9: 59-60), (Efesios 5:14), (Colosenses .2:13).

Pero hay  una situación  más importante y complicada aún,  y es cuando no conocemos a Dios, pero creemos que le conocemos, porque vamos a la iglesia, oramos de vez en cuando o nos sabemos una que otra historia de la biblia; quizá hasta servimos en el templo, pero no conocemos a Dios. Porque si le conociéramos, no nos mezclaríamos  o no nos complaceríamos con cosas que el abomina.  Porque cuando uno no conoce a Dios, es cuando mezcla su fe,  se extravía, se revuelve. Porque cuando no conocemos a Dios, no le tememos  y, por lo tanto somos  susceptibles a cualquier otra doctrina o creencia; o podemos  caer fácilmente en un abismo de perdición. O… podemos mezclar nuestra fe.  Como la gente de Atenas, de los que ya hablamos, que mezclaron su fe y tenían una cantidad de altares a distintos dioses y a todos adoraban; entre ellos al “Dios no conocido”.  Creían en todo y al final, no creían en nada. En una ocasión escuché una oración, o más bien un rezo de alguien que pedía a Dios todopoderoso por el alma de alguien que había fallecido, pero al mismo tiempo dedicaba el rezo a una señora reina del cielo y del universo cuando la Palabra de Dios dice claramente que la adoración a la reina del cielo  le provoca a ira (Jeremías 7:18).

Por otra parte, y en cuanto a ésta reina del cielo, la biblia no menciona otra reina en el cielo mientras que si dice que hay un  Dios de dioses, Rey de reyes y Señor de señores a quien se debe dar todo honor, gloria y honra; y de quien además dice la palabra de Dios, es el único mediador entre Dios y los hombres. Como vemos, la Biblia enseña claramente que el cielo no ha reina, pero si un gran Rey y Todopoderoso Dios.

¡Hermanos! Si la gente conociera verdaderamente a Dios, no mezclara su fe. Creen, que porque están rezando, encendiendo velas o quemando incienso, están haciendo bien, y por desconocimiento de la palabra de Dios, creen que a Él le agrada eso. La palabra de Dios enseña claramente cómo abominó Él fuegos que encendieron e inciensos quemados que no había pedido. Jehová es el mismo ayer, hoy y por los siglos, Él no cambia y si lo abominó ayer, lo abomina hoy. Por otra parte, también dice que no quiere sacrificios. Lo único que nos dice es “Si supieras lo que significa Misericordia quiero y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes” (Mateo 12:7) Lo que Dios quiere es que seamos misericordiosos y no levantemos el dedo acusador. Lo único que necesitamos para acercarnos a Dios es un corazón contrito y humillado (Salmo 51-17)  dispuesto a conocer a Dios, a servirle y a amarle con toda nuestra alma, nuestra mente y nuestras fuerzas y a amar a nuestro prójimo (Todos los seres humanos incluso nuestros enemigos). No necesitamos, holocaustos, sacrificios, flagelaciones, peregrinaciones ni nada de eso. El Salmo 40:6 dice “Sacrificio y ofrenda no te agrada; has abierto mis oídos; Holocausto  y expiación no has pedido”.  Pero, cuando no conocemos a Dios, mezclamos  creencias. Pensamos, que si le ofendemos, Él se contentará con un “regalo” o una “penitencia” que paguemos; aunque después sigamos cometiendo los mismos pecados una y otra vez. Estas creencias no están basadas en la palabra de Dios, en relación a la Nueva Alianza en Cristo, ni a la salvación por medio de su gracia.

Cuando uno no conoce a Dios cree en todo, vive enredado. Jueces 2: 11, 12 y 13 (leer). Se fueron tras otros dioses, se mezclaron, se enredaron con las creencias y las costumbres idolátricas.  Así mismo, hoy día, la gente mezcla su fe no solo con idolatría, sino, con pornografía, con adulterio, con fornicación con mentiras; se contaminan, porque se enredan y disfrutan de cosas que Dios abomina. Voy a dar un ejemplo hermanos: muchas veces, sin darnos cuenta, cantamos canciones que tienen letras abominables, otras, vemos novelas o películas con un contenido obsceno. Las novelas, aparte de ser una mentira, presentan situaciones de adulterio, fornicación, homosexualismo, maldad, injusticia, explotación, calumnias, etc. Y nosotros disfrutamos de eso. Quiere decir, que nos revolvemos y nos mezclamos en cosas que desagradan a Dios. Incluso, algunas conversaciones son desagradables a los oídos del señor. El apóstol Pablo dice que “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” y dice que “aún es vergonzoso, mencionar lo que algunos dicen en secreto”. Aún he escuchado  a jóvenes cristianos defender vehementemente cantantes que son drogadictos, homosexuales y hasta satanistas. El creer en Dios, pero no creerle a Dios, hace que mezclemos nuestra fe cristiana con cosas abominables, el creer conocer a Dios, pero no aceptar el hecho de que debemos ser santos, por temor al qué dirán, o por no querer dejar las tradiciones de nuestra familia, nos hace creer  en Dios a medias, y pensamos que porque como él es amor, nos pasará todas nuestras abominaciones por alto. Pero hermano, Él dice en su palabra que no dará por inocente al culpable. 

Ahora bien; cuando conocemos a Dios, pero nos apartamos de él y nos portamos como si no le conociéramos, entonces  se manifiestan en nuestras  vidas las consecuencias lógicas de esa separación.


1ª. CONSECUENCIA DEL ABANDONO. JUECES 2: 19 AL 23.


Jehová se cansó de ayudarles y de darles la victoria sobre las ciudades  a donde los llevaba, porque se extraviaban tras los dioses ajenos  y hacían sólo lo malo. Así es que los abandonó, o mejor dicho los dejó para probarlos a ver si se volvían a él, al pacto que  Jehová había hecho con sus antepasados.    Cuando nos apartamos de  Dios y nos portamos como si no le conociéramos, Él nos abandona, nos deja, para ver si recapacitamos respecto a las cosas tristes o dolorosas que nos pasan cuando nos separamos de él. Nos deja, para ver si somos capaces de reconocer nuestro error, humillarnos y pedirle perdón.

En éstos capítulos de Jueces,  la biblia nos enseña, como  cuando el pueblo clamaba a Jehová, el respondía y los defendía y los sacaba de la angustia, del hambre o les daba la victoria, si el clamor era por motivo de guerra. ¿Por qué tenemos que mezclar nuestra fe? ¿por qué tenemos que exponernos al abandono del señor? ¿Qué necesidad tenemos de clamar en angustia?



2ª. CONSECUENCIA DE LAS MEZCLAS. JECES 3: 5 Y 6.


“Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos, y jebuseos. Y tomaron de sus hijas por mujeres y dieron sus hijas a los hijos de ellos y sirvieron a sus dioses”. Que tristeza para Dios, su pueblo escogido hizo todo lo contrario a lo que Él les había dicho y se lo había advertido una y otra vez. Hicieron como decimos comúnmente “yugo desigual”, ¿Pondría usted a cuidar un rebaño de ovejas a lobos feroces? ¡Por supuesto que no! Permítanme ponerles otro ejemplo: Si a mí, alguien en los carnavales me dice: 

“Ay, como yo no soy de aquí y estoy recién llegada,  y nunca he visto el carnaval, hazme el favor de llevarme a la batalla de flores”

Si yo voy  y la llevo, ¿Qué va a pasar?  ¿Me voy a mezclar en esa abominación,  para tener contenta a mi amiga? A mí no me debe importar lo que mi amiga piense o si se quiere poner brava Me debe interesar lo que el Señor piense de mí. Debo cuidar mi fe y aparte, mi testimonio. 

Cuando uno se mezcla con cosas que Dios abomina o con gente que no vive según las reglas  de Dios; termina sirviendo a otros dioses,  haciendo las mismas abominaciones, como el pueblo de Israel. Otro ejemplo iglesia: cuando trabajamos o estudiamos  en lugares seculares o con gente que no teme a Dios, cuando todo nuestro entorno es de inconfesos, o de personas que solo piensan en hacer el mal (pecado), o cuando nos damos cuenta que nuestros amigos a los que tanto queremos, no viven de acuerdo a lo que nosotros hemos aprendido en el Señor por su palabra; debemos buscar la forma de predicarles  de acuerdo  a lo que necesitan sus vidas. Y si no es posible que acepten a Jesús, entonces debemos apartarnos para evitar su influencia  sobre nosotros. Recordemos que el Señor le dijo al pueblo de Israel “salid de en medio de ellos pueblo mío” y también “que se conviertan ellos a vosotros, no vosotros a ellos”. Pero sabemos que el pueblo de Israel no hizo caso y de allí, todas las consecuencias  por la desobediencia al mezclarse,  tanto, que hasta emparentaron con las gentes de pueblos paganos. Hicieron yugo desigual.

Debemos tener mucho cuidado  al elegir nuestras amistades, al elegir  la persona con la cual vamos  a pasar el resto de nuestra vida, al buscar un trabajo o empleo, debemos procurar que sean afines a nuestras creencias, principios y valores para evitar problemas posteriores  como separaciones, divorcios, contiendas contradicciones, etc. (empleos decentes en lugares decentes).  Procurar no hacer trabajos que vayan o estén destinados al culto o servicio a satanás. (Ej. Dios momo- Baal).  Muchas veces, por no pensar bien,  o por ganar dinero, terminamos sirviendo a otros dioses,  terminamos mezclados, revueltos, sin  habérnoslo propuesto.



3ª. CONSECUENCIA DE LA INDIFERENCIA.  JEREMIAS 6: 16 AL 19.


No obedecemos, no escuchamos, nos hacemos indiferentes a la voz de Dios, “no paramos bolas”, nos  hacemos los sordos y decimos: “después yo me arreglo con Dios, y le pido perdón, ahora yo voy a disfrutar la vida  y voy a divertirme. Yo tengo mis propios planes”

Cuando uno no conoce a Dios  es indiferente  a los propósitos que Él tiene con uno.
Muchas veces hermanos,  nosotros, creemos que podemos negociar con Dios.
Pero…  ¿por qué?

Porque no le conocemos. Y entonces, nos hacemos  indiferentes a  su concejo. Tenemos que conocer a Dios para poder seguir sus planes,  en los cuales estamos incluidos nosotros, saber cuál es el propósito que él tiene con nosotros para el futuro.  Hay en la biblia, un gran ejemplo de cumplimiento de la palabra de Dios y de sus planes.  Veamos 2ª de reyes, todo el capítulo  el cap. 23 del 1 al 27.   Josías se levantó y tomó una decisión diferente,  quitó las imágenes, las quemó, arregló el templo, etc. Porque Josías no fue indiferente a la palabra de Dios. Él dijo: “todo lo que diga el libro, yo lo voy a hacer”. Hermanos todos somos dueños de nuestras decisiones; pero como en el pasado, así mismo hoy, una de las cosas que afectan las familias, a los hogares, y más concretamente a los jóvenes,  es la consecuencia de la indiferencia de los padres que se dicen cristianos, con respecto al propósito de Dios en sus vidas. Si los hijos no ven el ejemplo de no ser indiferentes a las cosas de Dios,  a vivir una vida conforme a su propósito,  ellos en consecuencia harán lo mismo. No prestarán atención, serán indiferentes a su voz. Los primeros sacerdotes y profetas en los hogares, tenemos que ser los padres, para poder ejercer  influencia directa sobre  ellos. ¿Cuantos de nosotros tenemos una relación íntima con Dios en nuestras casas?  Cuando usted y yo hagamos eso, tendremos  una familia conforme a  la voluntad de Dios.

  

4ª. LA CONSECUENCIA DEL DOLOR.  JUECES 2: 13 AL 19.


Cuando se apartaban de Dios, para ir tras dioses ajenos y servirles, Jehová los afligía  grandemente, entonces volvían a buscar a Dios y le clamaban, y Dios les ponía jueces que los dirigieran y guiaran, pero cuando el juez moría  volvían a hacer lo malo, una y otra vez, y Jehová los afligía   y sufrían; porque cuando  uno no conoce a Dios, vive sufriendo, vive en una condición de dolor.  Vean hermanos,  hay algo seguro, y es que hay mucha gente que cuando va a la iglesia, es porque seguro están pasando por una situación de dolor,  por un momento difícil. Pero luego el Señor los saca de esa situación, cualquiera que sea, y se vuelven a desaparecer, y si uno se los encuentra por allí y les pregunta ¿oye  por qué no has vuelto a la iglesia?, sacan miles de excusas,  el trabajo, los niños el embarazo, la enfermedad, el viaje, cualquier cosa.  ¿Pero saben por qué hermanos?  Porque el dios que ellos conocen es el que los saca de la situación de dolor, de la aflicción, es únicamente el Dios que los levanta cuando están caídos.  Entonces la única forma de acercarse a él es estando en aflicción.  Hay personas, dentro del pueblo de Dios, a las que el Señor ama tanto;  pero son tan testarudas y rebeldes, que la única forma que pueda estar cerca de Él clamándole, buscándole es manteniéndolas bajo circunstancias de dolor o aflicción. Él sabe, que el dia que  quite la aflicción de ellas, las perderá.
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En el libro de los Jueces, hay una oración generalizada, y es la que se hace en momentos de crisis. Como la de sansón en el capítulo 16: 28.

Porqué esperar los peores momentos para clamar a Dios, por sanidad, crisis económica, problemas de familia, amenazas de muerte, etc. Por qué no vivir agradecidos con Dios diariamente, y alabarle y bendecirle y adorarle por todas las maravillas que hace para con nosotros todos los días de nuestras vidas  y clamar por su protección para que nos libre de aflicción; no para que nos saque de ella, cuando ya no podemos más con nuestras propias fuerzas, porque Él nos ha abandonado por nuestra infidelidad  repetitiva  y nuestra indiferencia. Porque cuando no conocemos a Dios, sólo le buscamos como un último recurso, y como queremos conseguir la solución al problema o un milagro, entonces le decimos: “Señor si me concedes lo que te estoy pidiendo, me entrego a ti”. Porque cuando no conocemos a Dios, no sabemos que Él hace sólo su voluntad, la cual además es agradable y perfecta.

Porque cuando no conocemos a Dios queremos condicionarlo.

Porque cuando no conocemos a Dios, pensamos que podemos engañarlo, conseguir lo que queremos y después olvidarlo.

Recordemos que por la infidelidad del pueblo de Israel, el llamado pueblo de Dios, fue desechado; y muchos murieron. Y Jehová  se hizo a un nuevo pueblo, por medio de la promesa que hizo a Abraham.  Ese pueblo somos nosotros, el pueblo de la promesa, con el pacto renovado. Nosotros, los gentiles según el apóstol Pablo.  Por último hermanos, quiero regalarles un versículo para meditar.  2ª-timoteo 2-4.

NO SE MEZCLEN CON   FIESTAS PAGANAS- LAS FIESTAS NAVIDEÑAS ¿SON REALMENTE CRISTIANAS? ¿Y  HALLOWEEN Y CARNAVALES?

Es hora de salir de la ignorancia con respecto a las cosas que realmente desagradan a Dios. Conozcámosle, para poder comportarnos como a Él le agrada.

Que Dios les bendiga.

Calepafo55@hotmail.com


viernes, 15 de febrero de 2013

ARREPENTIMIENTO


ARREPENTIMIENTO

                     
                              
Vamos a tratar tres puntos claves, que  son  a  su vez, las tres primeras cosas que se presentan en la vida de una persona cuando Dios tiene misericordia de ella, y es llamada o apartada para salvación.
1°-Nos  arrepentimos  y pedimos  perdón  (Hechos 2: 38)  (Mateo: 6:12 al 15)
2°-Nos bautizamos  en agua  (Mateo 3:11)
3°-Damos  frutos de arrepentimiento  (Mateo 3: 8)

1º Arrepentimiento - Perdón


En primer lugar, debemos tener muy claro lo que es el arrepentimiento. Según el glosario de la Biblia Devocional  y de Estudio, y según el diccionario de  la R.A.D.L.L.E;  arrepentirse es sentir profundo dolor y tristeza por algo que se ha hecho. Pero además  de esto hermanos,  este arrepentimiento ha  sido producido por una gran frustración y amargura (Lucas 22: 61 y 62) dice que Pedro lloró amargamente. Ahora bien, ¿por qué Pedro lloró amargamente?... porque se arrepintió, se arrepintió de haberle negado,  sintió  remordimiento  cuando  vio el rostro del Señor  ensangrentado,  y todo herido, muriendo por los pecados de él.  Pobre Pedro, después  que le había dicho a Jesús que estaba dispuesto a ir con el no solo a la cárcel, sino  aún,  hasta la muerte.
Pero cuando en  el libro de los Hechos se nos habla sobre el primer discurso de Pedro, en el capítulo 2 ver.28, donde Pedro les responde a los que le preguntan: ¿entonces hermanos que haremos? Pedro responde sin titubear: “arrepiéntanse”.  Él sabía lo que estaba hablando, tenía autoridad moral para hacerlo, porque   había experimentado (un) arrepentimiento, cual no hay otro.
Por estos días, encontré en Facebook, algo que escribió un amigo. Decía mi amigo: “Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba, serán las de las palabras no dichas y las de las obras inconclusas. Por eso, yo no me arrepiento  de nada. El que se arrepiente de lo que ha hecho, es doblemente miserable”- Hermanos, esto, es una filosofía absurda e irracional. El que dice que no se arrepiente de nada o que no tiene nada de que arrepentirse, es una persona soberbia,  contumaz. Alguien que no reconoce sus errores o equivocaciones, y por lo cual nunca se corregirá, porque piensa que está bien. Es sabio en su propia opinión. Hay personas que durante su vida han  hecho y deshecho; han  herido, ofendido, humillado, ultrajado, han  indispuesto a alguien, han mentido, han  sido infieles. Esto, para no mencionar cosas peores. Todos, sin excepción en algún momento de nuestras vidas nos tenemos que arrepentir de algo. Porque somos imperfectos, nos equivocamos, tomamos decisiones incorrectas, o actuamos egoístamente, o somos orgullosos, o como se dice comúnmente, miramos a la gente por encima del hombro. Cuando hacemos lo contrario a lo que dice Dios en su palabra, estamos pecando. Lo estamos defraudando. De éstas cosas también nos tenemos que arrepentir cuando llegamos a los pies del señor. No es sólo si hemos robado o fornicado o adulterado; o como creen algunas personas que solo de los “pecados grandes”. Es que nos tenemos que arrepentir. No es así, ya que para Dios no hay pecado grande o pequeño,  todos son pecados. Por eso dice en la carta de Pablo a los  romanos: “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. Todos cometemos  pecados y todos nos tenemos que arrepentir. Tampoco es como dicen  algunos: “yo no le hago mal a nadie, no me meto con nadie, etc. pero mienten, fornican,  se quedan con algo que les prestan, o dicen alguna verdad a medias, (lo cual también es mentir),
Hermanos, en la biblia está escrita la manera como Dios quiere que vivamos o  como quiere que nos comportemos.
Pero, Por otra parte,  y para hacer nuevamente alusión a lo que dijo mi amigo en cuanto a que “las lágrimas más amargas que se derramarán  sobre nuestra tumba, serán las de las palabras no dichas  y las de las obras inconclusas”… déjenme decirles, que en esto tiene razón porque muchas veces tenemos que arrepentirnos de lo que no dijimos, cuando debíamos haberlo dicho y de lo que no hicimos; porque  esto, también es un pecado. ¿Saben cómo se llama este pecado? “pecado  por omisión”. En otras palabras: negligencia, desinterés, falta de atención, pereza. Ahora bien, ¿qué dice la biblia con respecto a esto?
En el libro de Josué, el capítulo 1, está lleno de recomendaciones  o de llamados a esforzarse, a ser valientes, a no desmayar; porque Dios está con nosotros. El Señor le dijo a Josué, que así como estuvo con moisés, estaría con él. En el ver. 2 le dice:” ¡Levántate!”  Y  pasa el Jordán tú, y todo éste pueblo”… y podemos estar seguros que así como estuvo con Moisés y con Josué, estará con nosotros si somos  buenos y nos esforzamos, si no tenemos temor y no desmayamos, como dice en 2ª. De Crónicas 19: 11.
El pecado de omisión se comete, cuando dejamos de hacer algo bueno o importante contemplado  en las ordenanzas del Señor, para beneficio de alguien  o de algunos o en pro de algo. Luego, si causamos un perjuicio o dejamos de causar un beneficio por nuestra omisión, tenemos que arrepentirnos,  ya que la palabra de Dios dice que  “el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, se le cuenta como pecado” (Santiago 4: 17). Además, tenemos un ejemplo muy claro en las escrituras con respecto a esto en el evangelio  de Mateo, capítulo 25 del ver. 31 al 46. allí dijo Jesús: “porque  tuve hambre y no me diste de comer, tuve sed y no me diste de beber, estuve desnudo y no me cubristeis…” así que hermanos, este pecado es igual  a todos los demás y por esa razón también de esto nos tenemos que arrepentir; porque  ya vimos como el señor nos va a decir:  “por cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeños, a mí no lo hicisteis, apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” .  Y es que al Señor no le podemos salir con excusas: ¡ay! Señor es que yo… es que yo… Es que yo nada hermanos. Alguien  dijo alguna vez  que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. No podemos salir con que no tuvimos tiempo, o no sé qué. El señor nos  está dando  ahora la oportunidad, para que visitemos al vecino enfermo, a la mujer que enviudó, a los hermanos  o a cualquier persona que tenga. Necesidad de algo. De consejo o de apoyo moral o espiritual  o alguna necesidad económica  o de cualquier otra índole material.  Si no tenemos dinero, seguro vamos a encontrar alguna forma de hacer el bien, de ayudar, haciendo alguna diligencia a alguien que no se puede  desplazar, esperando el turno  en una fila a una anciana o mujer embarazada, etc. recordemos  que de acuerdo a la Biblia, la fe sin obras es muerta. Podemos  estar seguros  que si tenemos  en nuestro  corazón el deseo de servir, Dios nos  va a proveer  o nos va a indicar de qué manera quiere que lo hagamos.  Entonces no nos  resistamos. El apóstol  Pablo le dijo a Timoteo: “procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como  obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2ª Timoteo 2:15). Cuando nos avergonzamos de algo, hermanos, lo más seguro es que luego nos arrepintamos;  entonces debemos ofrecer disculpas o pedir perdón.  Aquí, el apóstol  Pablo está exhortando a Timoteo que “procure con diligencia.  ¿Para qué? para que después no tenga que arrepentirse por haber sido negligente.  Otra recomendación acerca de no ser negligentes, la encontramos  de parte  del rey Salomón en su libro de Eclesiastés, cuando dice en el capítulo  9: 10 “todo lo que te venga a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque al seol a dónde vas, nada hay”. Seamos  diligentes  hermanos, no pequemos por omisión.

Ahora bien,  ¿por qué nos tenemos que arrepentir?

Para que el Señor nos  perdone. Porque  el verdadero arrepentimiento comienza perdonando a los que nos hayan agraviado, porque si  no perdonamos, el Señor tampoco nos  perdonará a  nosotros. (Mateo 6: 14-15).

2° Bautismo


 Después del arrepentimiento y el perdón, nos bautizamos en el nombre de nuestro señor Jesucristo  y  recibimos  al Espíritu Santo de Dios. Entonces comenzamos una nueva vida, como hijos de Dios. Somos nuevas criaturas. Hermanos, el bautismo en agua  es una  representación y una confirmación  del nuevo nacimiento ante el mundo. El bautismo,  opera para arrepentimiento y perdón de pecados. Es  por esa razón que tenemos el deber de perdonar. Es,  en sí mismo un paso de obediencia, de lo cual el mismo Jesús nos dio ejemplo (Mateo 3: 15) cuando le dijo a Juan Bautista: “porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Jesús no tenía que arrepentirse de nada, porque era sin mancha; luego entonces, vemos que el bautismo no opera para salvación puesto que Jesús es el salvador; pero lo hizo para darnos ejemplo de obediencia, justicia e igualdad. Como quien dice: “la ley entra por casa”.


3° Damos frutos de arrepentimiento


En Mateo  3:8, Juan Bautista hablo acerca de “dar frutos dignos de arrepentimiento”.  Pero  para que podamos dar esos “frutos“, tendríamos  que haber experimentado el verdadero arrepentimiento. Y ¿cuál es el verdadero arrepentimiento?  No  volverlo a hacer.  Veamos:
A la mayoría de las personas que Jesús sanaba les decía “vete y no peques más”, Eso significa concretamente que tiene que haber un cambio radical en nuestras vidas. Es dejar de hacer lo malo y comenzar a hacer el bien, o lo bueno. Es dejar de ser negligentes  y comenzar a ser diligentes. Hacer todo lo que he venido  aplazando o postergando y que la gente comience a verme como alguien que cumple su palabra o sus deberes. Vamos a hacer lo que debemos hacer y lo que dejamos de hacer, para cumplir la palabra en aquella parte que dice: “Siervos  inútiles somos, porque  lo que debíamos hacer,  eso hicimos”. El señor Jesús  dijo en algunas ocasiones: “por sus frutos los conoceréis”. Esos son los frutos dignos de arrepentimiento.  Las buenas obras o el buen proceder que se dan como resultado de la nueva vida en cristo Jesús.
Hermanos, arrepintámonos, confesemos nuestros pecados al señor (Mateo 3:6) pidámosle perdón y tomemos la firme decisión de no volver atrás, porque el que vuelve atrás se hace transgresor. Miremos lo que dice Jesús en Juan  5:14: “después le halló Jesús en el templo y le dijo: mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor”.  Recordemos que Dios no puede ser burlado, las cosas del Señor son serias y son para bendición en nuestras vidas. Cuando le buscamos, ya él no nos va dejar ni nos va a desamparar, puesto que ya somos sus hijos con todos los beneficios que eso implica. Evitemos las tentaciones. Apartémonos  de quien nos quiera apartar del camino del Señor. Pidámosle que nos dé discernimiento espiritual para saber cuándo alguien  muy  sutilmente  lo está haciendo, pues se está dejando usar por satanás. Recordemos que solo el que persevera hasta el fin será salvo.

Amen.  Que Dios los bendiga.

Calepafo55@hotmail.com


domingo, 10 de febrero de 2013

HOMENAJE A LAS MADRES


HOMENAJE A LAS MADRES

Proverbios 31: 10 al 31.
Vamos a destacar 11 aspectos de la mujer virtuosa que el rey salomón describe en éste capítulo de sus proverbios. (Cualidades)

Introducción.

V.1 “mujer virtuosa, ¿quién la hallará?   
En primer lugar esta pregunta da a entender que es difícil encontrar una mujer virtuosa. Cualquiera no tiene el dinero para comprar una piedra preciosa, así mismo, no todos los hombres tienen la bendición de encontrar una mujer virtuosa.

1.      CONFIABILIDAD. v. 11. “su marido está en ella confiado”.es una mujer en la que se puede confiar. Ella está pendiente de que no falte el dinero, de que en la casa todo marche bien, de que todo esté en el orden correspondiente, no necesita supervisión. Le tiene a su marido buenas noticias siempre. Es decir ella forma parte de la solución y no del problema.

2.      FEMINEIDAD. v.13. En la biblia versión 2010 de las sociedades bíblicas unidas, dice: “adquiere lana y lino y los trabaja con finas manos. Hermana, por más que le toque desempeñar el papel. El roll de padre, de hombre de la casa, no se permita a usted misma, perder su femineidad. Esta es una propiedad o cualidad de nosotras y no la debemos perder. Recuerde que somos vasos frágiles. No lo olvide. Los hombres hoy día están confundidos con eso de la igualdad. Algunos no tienen claro cuál es su papel en el hogar, digo esto porque se lo escuché decir a un hombre,  no saben claramente que tanta autoridad o poder pueden ejercer o que tan seguro tienen su matrimonio. Ahora bien, no importa  cuanto liderazgo tenga la mujer en la casa, o cuánto dinero gane, no pierda su femineidad.

3.      PRECAUCIÓN O PREVALOR.v.16.”Considera la heredad y la compra” es una mujer que “examina” o “pre valora” antes de comprar. Es decir, no compra sin saber. Primero hace una evaluación, un análisis de si conviene o no, el término “considera”, quiere decir que somete o pone a consideración. En otras palabras evalúa los pros y los contras.

4.      PREDISPOSICIÓN. v.17. Esta mujer está predispuesta. Cuando dice “ciñe de fuerzas sus lomos” quiere decir, se prepara. En la misma versión bíblica de 2010 de las sociedades bíblicas unidas, aparece el término “se arremanga”, o sea, da a entender que está preparada y dispuesta para la tarea. ¿Cuándo nosotras nos arremangamos? ¿Cuándo los hombres se arremangan? Cuando nos disponemos a algo en especial. Ej.

5.      EVALUACIÓN. v.18.”Ve que van bien sus negocios”. Quiere decir que evalúa, examina, planifica, se agenda, revisa. Además dice “que su lámpara no se apaga de noche”. Esta mujer no duerme más de lo necesario. Es como las vírgenes prudentes ¿cierto? Está lista con su lámpara encendida.

6.      SENSIBILIDAD SOCIAL. v. 20. ”Alarga su mano al menesteroso”, a esta mujer le gusta dar al necesitado, le gusta ayudar, servir. Nosotras sabemos que hay personas insensibles, que viven sólo para sí, empresas que existen para sí.., iglesias que existen sólo para sí. Pero la palabra de dios dice que hay que dar con liberalidad. Les recomiendo leer 2ª.corintios 9.

7.       SEGURIDAD. v. 21. Vemos  que ésta mujer no tiene miedo, está segura del trabajo que hace o desempeña en su hogar. Cose, viste a su familia con ropas dobles para el frio, hemos visto que cocina, hace negocios etc. Más adelante el v. 25, lo confirma, dice que “se ríe de lo porvenir” imagínense lo que esto significa, se ríe del futuro, ¿por qué? (en quien confía)

8.      COMPLEMENTO. v.23. Esta mujer, es realmente el complemento de su marido. La ayuda idónea que el señor planificó para el hombre. Mujer, si eres casada o estás ligada a un hombre; tienes una tarea muy importante con tu marido. Estás llamada a ser su complemento. Te toca levantar  su cabeza  desde atrás. Que él no tenga de que avergonzarse, es decir que pueda levantar su cabeza en alto cuando digan “ahí, va la mujer de fulano, esa si es toda una mujer”, o” tremenda mujer tiene mengano” mire lo que dice la palabra “su marido es conocido”  ella es la que lo da a conocer con sus buenas obras. Aunque también se conocen las mujeres por otras conductas, nosotras debemos ser conocidas por nuestras buenas obras.

9.      MANEJO ADECUADO DE LA LENGUA. v. 26. “abre su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en su lengua”. Esta es una mujer sabia, aunque también podemos deducir que es además inteligente;  pero lo más importante es que es sabia, clemente, no censura, no juzga (el apóstol pablo habla acerca de juzgar a los hermanos, pero eso es otro tema), esta mujer es compasiva. Nosotras no tenemos que ir diciéndole a las hermanas o a algún hermano, palabras duras, o lanzando juicios sin asideros bíblicos o porque se nos antoje. Recordemos que el señor nos ha llamado a paz y a vivir en amor. Nosotras como comunidad cristiana tenemos que aconsejarnos en amor, orar en comunión por los problemas, ejerciendo la clemencia y con sabiduría, como corresponde a mujeres virtuosas.

10.  PRODUCTIVIDAD. v.27. La mujer virtuosa “no come su pan de balde”. Hermanas la mujer virtuosa se gana su pan, su comida. Ella produce, no solo para su familia, sino para ella misma. Aprovechemos el tiempo, produzcamos. La palabra de dios dice que los días son malos.

11.  BELLEZA. v.30. La belleza de esta mujer no es la de la vanidad. Es una belleza etérea, la que no se ve, que no se acaba. Esta es la mujer que  merece ser alabada, no por lo que se ponga, o por lo que parezca, sino por sus hechos.
Ahora bien, dice que la mujer que teme a Jehová esa será alabada, porque sólo una mujer con el amor y el temor de dios en su corazón, puede ser una mujer virtuosa.

DIOS LES BENDIGA

calepafo55@hotmail.com

JUNTOS PERO NO REVUELTOS (Mensaje para las madres)

JUNTOS PERO NO REVUELTOS

(Mensaje para las madres)


Mateo 13: 24 -30
“Les refirió otra parábola, diciendo: el Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;  (Verso 25) Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. (Verso 26) Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. (Verso 27) Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿de dónde, pues, tiene cizaña? (Verso 28) Él les dijo: un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? (Verso 29) Él les dijo: no, no sea que al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. (Verso 30) Dejen crecer juntamente lo uno con lo otro hasta el tiempo de la cosecha; y al tiempo de la cosecha yo diré a los segadores: recojan primero la cizaña, y átenla en manojos para quemarla; pero recojan el trigo en m i granero”.
Queridas hermanas, vamos a comparar ésta parábola  que Jesús enseñó acerca del reino de los cielos, con nuestro hogar.
 Luego que nuestros hijos nacen y comienzan a crecer, vienen a desarrollarse una serie de vivencias, situaciones y experiencias, algunas agradables, bonitas, otras impresionantes; en algunas ocasiones, se presentan situaciones tristes, dolorosas, etc. Pero nosotras, las madres, siempre estamos allí, alentando a nuestros hijos, apoyándolos, aconsejando, amonestando o regañando, castigando. Pero estamos allí, pendientes de ellos, día a día, momento a momento, desde su levantarse hasta su acostarse. (baño, comida, ropa, enfermedad, colegio, tareas), todo lo que ellos necesitan para desarrollarse como personas, pero especialmente enseñándoles temor a dios, amor a dios, obediencia, valores, buenas costumbres, en otras palabras,  formamos  personas de valor, útiles al servicio del señor y a la sociedad. Es decir, con nuestros cuidados, regamos, abonamos  aquella semilla para que dé buen fruto.  Ahora bien, ponga mucha atención, porque esa labor no es tan fácil.

  
 MI CASA ES UN REINO

 1-en primer lugar, la palabra de Dios dice, que el padre de familia sembró buena semilla en su campo, al igual que él, usted y yo sembramos esa buena semilla que son las cosas que acabamos de mencionar. Pero así como crecen juntos el trigo y la cizaña en el campo, crecen nuestros hijos en el mundo. Crecen revueltos, mezclados, los unos con los otros: en un vecindario, en unas escuelas o colegios, en universidades y trabajos; con niños, con jóvenes y en fin, con personas de diversas costumbres buenas y malas. Así mismo ven programas de tv que no enseñan en la mayoría de los casos, nada constructivo. La música que escuchan por lo general es obscena.  Cuando ya son adultos es más difícil sujetarlos, pero en ningún momento los padres  debemos perder la autoridad, ni permitir que se nos salgan de las manos, antes de tiempo.
El enemigo, sembrará la semilla del mal, sembrará la cizaña; nuestros hijos estarán allí,  expuestos a esas influencias malignas  que son  las personas que se dejan utilizar por el enemigo, muchas veces sin darse cuenta; pero la labor de nosotras las madres  es estar siempre allí,  hacer presencia en todos los actos de la vida de nuestros hijos, con toda sabiduría, amor y templanza; porque al final, luego, cuando ya crezcan se verán los frutos de los que nacieron de la buena semilla.
 Ya sabemos lo que pasó con la cizaña, según la parábola.
Pero… ¿qué pasa con el trigo?
Dice la palabra: “recoged el trigo en mi granero”  y… ¿para qué?
¿Para qué sirve el trigo?    Para alimentar  a muchas personas. Para eso es la buena semilla que sembramos en nuestros hijos, como dije antes, para hacer personas útiles al servicio de Dios y de la sociedad.

Mateo 13: 36 al 43
“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: explícanos la parábola de la cizaña del campo.(Verso 37) Respondiendo el, les dijo: el que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre (Verso 38) el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo.(Verso  39)  el enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los  segadores son los ángeles. (Verso 40) De manera que como se arranca  la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. (Verso 41) Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su Reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad. (Verso 42)  y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Verso 43)  entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”
 Preste mucha atención: “recogerán de su reino”, del reino de Dios y así mismo de nuestro reino, ¿a quienes recogerán?  A todos los que sirven de tropiezo y hacen iniquidad. ¿Por qué?  Porque dentro del reino de Dios y de nuestro reino, (nuestro hogar)  ha crecido cizaña que no hemos detectado o no hemos arrancado por temor a arrancar junto con ella el trigo, esto es, por temor a perder nuestros hijos, a lastimarlos. A no querer correr el riesgo de que ellos tomen alguna represalia.
Recuerde que usted tiene que dar cuenta a Dios por los tesoros que le entregó, por esa semilla que le entregó un día para que usted la sembrara. No permita que los hijos de su reino sean arrancados y echados en el fuego. Corrija, castigue, recuerde que la palabra dice que el padre que ama a su hijo madruga a castigarle (sin maltrato).  Ahora, somos muy dados a creer todo lo que dicen los psicólogos  los cuales sin saberlo están siendo usados por satanás, diciéndole a las personas que a los niños hay que dejarlos ser, que no hay que decirles nada, cuando en realidad la palabra de Dios está diciendo todo lo contrario.
 Veamos lo que dice la palabra de Dios con respecto a los resultados de la corrección: dice hebreos 12:11:” es verdad que ninguna disciplina en el momento, parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible  de justicia a los que en ella (en la disciplina) han sido ejercitados”. Y también dice el más famoso de los proverbios, al respecto: “instruye al niño en su camino, que aun cuando fuere viejo, no se apartará de él” (del camino en el cual usted lo instruyó).
No le permita al enemigo entronarse en su reino. Usted es la responsable  de la salvación de su hijo, por lo menos hasta que él tome sus propias decisiones. Las madres estamos llamadas a pedirle a Dios sabiduría para orientar y educar a nuestros hijos, bajo su temor. Son muchas las cosas que una persona se abstiene de hacer  cuando tiene el temor de Dios en su corazón. Así mismo. Las personas que no tienen  ese temor, los hijos del mal son capaces de hacer cualquier cosa. Es muy difícil, que una persona se aparte de su camino después de adulta si no solo ha sido instruida en el bien con la palabra, sino además con buenos ejemplos. Recuerde este refrán: “si la palabra convence, el ejemplo arrastra”.

 Que Dios les bendiga
calepafo55@hotmail.com
09/05/2011.



lunes, 4 de febrero de 2013

A MI, TAMBIÉN ME HICIERON UNA GRAN FIESTA


A MI, TAMBIÉN ME HICIERON UNA GRAN FIESTA




Lucas 15 del verso 11 al 32.


“Parábola del hijo pródigo”

“También dijo: un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde;  y les repartió los bienes.
No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas  que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí  perezco de hambre!
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;  y llamando a uno de los criados, le preguntó que era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo a su padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino éste tu  hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él  el  becerro gordo.  Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo; y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se  había perdido, y es hallado”.
La parábola del hijo pródigo así como las dos que la preceden en el  mismo capítulo 15, (la de la oveja perdida y la de la moneda perdida) nos muestran en forma progresiva  el ilimitado amor de Dios por los que tienen la gran  necesidad  de ser rescatados y salvados del pecado. Él está dispuesto a perdonar a todos los que se vuelvan a él.
 Los versos del 11 al 16, nos muestran a un hijo deseoso de apartarse y alejarse de la casa paterna para vivir una vida a su acomodo, malgastando toda su herencia, sin que nadie le vigilara o le pudiera decir algo. Pero  luego cuando se queda sin nada, incluso, sin algo para comer y, sintiendo hambre  quería comer  de la comida de los cerdos, pero dice la Biblia, que nadie le daba. Sigue diciendo la escritura en los versos 17 y 18: “Volviendo en sí  dijo: ¡Cuantos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre. Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo, hazme como a uno de tus jornaleros”. Cuán grande  sería el hambre y las necesidades de éste hijo, que olvidándose del dolor y el disgusto que había causado a su padre, reflexiona y  recuerda que tiene un padre adinerado  y una casa con muchos empleados, los cuales tenían comida en abundancia, mientras que él se estaba muriendo de hambre.
Vamos  a analizar 5 puntos  que se destacan en éstos dos últimos versículos, de los cuales extractaremos lo que yo  llamo la esencia de éste pasaje, para aplicarlo a nuestras vidas si estamos apartados de nuestro Padre Dios o, si  en algún momento,  o por alguna razón hemos pensado apartarnos.

1° Dice el verso 17 que “Volviendo en sí” el hijo pródigo,  despertó de su  fantasía, de su sueño ilusorio, reflexionó y se arrepintió de lo que había hecho.  ¿Sabes? Si te fuiste del  lado de tu Padre, de nuestro Padre Dios, El hoy te dice: Vuelve en ti, arrepiéntete y reflexiona sobre todo lo que has hecho. Malgastaste el dinero que tu Padre te dio, malgastaste la vida que tu padre te dio, malgastaste toda la herencia que tu Padre te dio, menospreciaste el consejo que tu padre te dio.  Vuelve en ti.  Si ya lo hiciste, al igual que el hijo pródigo, ahora podrás decir:
2° Verso 18 “Me levantaré”. Levántate, ese es el siguiente paso  después de que te despiertas. Toma una decisión. Levántate para que puedas  encontrar una salida, una solución a todos  los problemas  y necesidades  que ahora tienes como consecuencia por haberte alejado de tu padre. Levántate para que puedas luego decir como el hijo pródigo:

3° “Iré a mi padre”. Si no te levantas no puedes avanzar, no puedes caminar. Ve al  Padre, a tu Padre. Él  está  esperando por ti. Él tiene sus brazos abiertos
Para recibirte cuando tú quieras volver. Aun  cuando tu mundo  esté desmoronado, hecho pedazos, Él te recibirá con los brazos abiertos. Ve al Padre. El hijo pródigo fue a su padre. Se dio cuenta que había actuado mal, que había ofendido no solo a su padre sino también a Dios y no tubo más remedio  después de reconocer su error, que ir a él. Y dice la Palabra de Dios, que después de volver en sí, levantarse y decir: Iré a mi padre, también dijo:

4° “Y le diré”.  Tienes que hablar. El Señor dice en su Palabra (Proverbios 28:13) que el que confiesa sus pecados, alcanzara misericordia. Habla. El Señor quiere escucharte. Está esperando que hables. Dile que reconoces tu error, que estás arrepentido. Ël dice en su Palabra, que el que a Él va, no le echa fuera. Y no desprecia un corazón  contrito y humillado. Recuerda que por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado. Tienes que llegar humillado y arrepentido de veras. El hijo pródigo entendió  que no había mejor lugar para vivir que la casa de su padre. Se dio cuenta que lejos de su padre no era nadie. Después de reflexionar tomó la decisión de devolverse a su padre, a su casa, y decirle:

5° “Padre he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo, Hazme como a uno de tus jornaleros”
¿Sabes que es un jornalero? Un trabajador, un empleado, un siervo.  Si estás verdaderamente arrepentido y piensas regresar a la casa de tu Padre y pedirle que te perdone, dile que te haga  como a uno de sus siervos. Sírvele. Sírvele por agradecimiento, por gratitud  por haberte recibido nuevamente, sin reproches ni juzgamientos. Por haberte restituido a su casa. Por darte la salvación y la vida eterna. (Hebreos 12: 28)
Cuando el hijo pródigo se dio cuenta en la condición que estaba, que era solo un apacentador de cerdos, que estaba muerto de hambre, quizá  oliendo a porquerizas o chiqueros, lejos de su padre  adinerado y de todas las comodidades  que tenía en su casa. Lo único que podía hacer, era regresar, volver.

El padre de ésta parábola, es solo una simbología de nuestro Padre Dios. Éste padre no hizo ningún reproche a su hijo, ni tampoco se fijó si estaba mal oliente por haber estado cuidando cerdos. Incluso, tampoco tuvo en cuenta si estaba andrajoso o sucio.  De la misma manera que el hijo pródigo no pudo hacer nada de provecho lejos de su padre; así tampoco nosotros podemos hacer nada fructífero lejos de nuestro Padre celestial.
Sabes lo que dice el Señor  por medio del evangelista Juan en el capítulo 15 verso 5? “Yo soy la vid y vosotros los pámpanos, el que permanece en mí y yo en  él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí, nada podréis hacer”.
Separados de Dios, separados del Padre NADA PODREMOS HACER”. No dice que no podremos hacer algunas cosas;  dice que NADA PODEMOS HACER. ¿Entonces, como vamos a vivir apartados, separados de Él?
Pero, dice también algo muy importante y significativo, y es que si permanecemos en Él, daremos mucho fruto, no poco, sino mucho. Será una cosecha grande, ¡abundante! Pero, ¿Qué frutos? “frutos dignos de arrepentimiento”  dijo Juan Bautista (San Mateo 3: 8-10) y ”Todo árbol que no da buen  fruto, es cortado y echado al fuego”.  Pero ¿Qué quiere decir esto?  Quiere decir, que ya en la casa de nuestro Padre; debemos  hacer que otros hijos alejados, apartados ,  se arrepientan y regresen a la casa de su Padre, Que se vuelvan de su mal camino y también  produzcan frutos, muchos frutos dignos de arrepentimiento. Si permanecemos con el Padre, en el llevaremos mucho fruto. Pero  sigue diciendo en  el capítulo 15 de Juan, versos 6 y7: “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano y se secará, y los recogen, y los echan en el fuego, y arden  (se queman). Pero hay una gran promesa para los que permanecen en Él.  “Si permanecéis en mí,  y mis palabras permanecen en vosotros, pedid TODO lo que queráis y os será hecho”.
Hermanos, si permanecemos con el Padre, con nuestro Padre, de ninguna cosa tendremos necesidad, NADA nos faltará, porque todas sus cosas son nuestras. Son tuyas, son mías.
Vamos nuevamente a Lucas 15: 25 al 32. “Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; V.26 “Y llamando a uno de los criados, le preguntó que era aquello.v.27 “Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. V.28 “Entonces se enojó y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. V.29 “Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.  V.30 “Pero cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.  V.31 “Él entonces le dijo: Hijo, tu siempre estás conmigo;  y todas mis cosas son tuyas. V.32 “Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
El verso 31 lo dice claramente “Hijo tu siempre estás conmigo y todas mis cosas son tuyas”. Todas las cosas del Padre son tuyas, son nuestras. Las promesas, las bendiciones, los galardones o premios. Eres heredero de su gracia, de la vida eterna, de una corona celestial, de un nombre nuevo, etc. Pero si te vas, si te alejas, lo pierdes todo.  Pero si ahora estás alejado; es el momento de regresar.  Te recibirá con los brazos abiertos. Dice la palabra de Dios que el padre fue  “movido a misericordia”.  El  conoce tu corazón y sabe si de veras estás arrepentido, esto quiere decir que “te verá de lejos” como el padre de la parábola. El conoce la verdadera intención de tu corazón. Desde lejos te verá. Desde  antes de que tu reflexiones. Por eso dice que desde lejos lo vio y abrió sus brazos para recibirlo. Ya el Señor tiene sus brazos abiertos para recibirte si tú te arrepientes y reflexionas y dices: Padre  he pecado contra el cielo y contra ti”.
Dios nuestro Padre y Señor, no quiere que nadie se pierda. El vino a la tierra en forma de hombre, en la figura de su hijo Jesucristo (Isaías 7:14-Mateo 1: 23”Dios con nosotros) vino  a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Si regresas a casa, el hará una gran fiesta y te pondrá un vestido nuevo de lino fino, y calzado nuevo en tus pies. Dios como el buen Padre que es, restaura  y restituye a sus hijos. Los padres vuelven a recibir al hijo que se alejó, que se reveló, que se apartó de la casa y del seno familiar.
En tiempos antiguos, era costumbre llevar un anillo como prenda familiar, que significaba dignidad, honra, posición  y, que de alguna manera  denotaba sentido de pertenencia. Cuando el Padre del hijo pródigo, puso el anillo en  su dedo, es como si le hubiera dicho: “Perteneces a ésta familia”. Lo restituyó a su lugar.
El verso 32 del capítulo 15 del evangelio de San Lucas, dice que “Era necesario hacer una fiesta”. Pero… ¿Cuándo una fiesta es necesaria? Si una fiesta demanda tiempo, dinero, etc.  ¡Si,  una fiesta es necesaria cuando hay un motivo de gran gozo, de gran alegría!  Cuando es así, echamos la casa por la ventana.  Eso mismo ocurre cuando un pecador se arrepiente.
Cuando un pecador se arrepiente, el Padre hace fiesta con los ángeles en los cielos (Lucas 15: 7 y 10). Porque es un alma que se ha arrebatado de las garras de Satán. Del enemigo de Dios. La palabra de Dios dice que hay mas gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por 99 justos que no necesitan arrepentimiento.

OBSERVACIONES

1. Si permaneces  en la casa de tu Padre,  podrás vivir reposadamente. No tendrás falta de nada.

2. Jesús  pudo  mantener se en la tierra, no  porque fuese Dios, sino por  su  estrecha  y buena relación con su padre. Supo acercarse a Él.

3. A pesar de que era Dios, ¿por qué siempre  se apartaba para orar a su Padre? Para  estar permanentemente conectado  a Él.

4. Para mantener tu relación con el Padre, tienes que orar. Como te vas a comunicar con El y ¿cómo vas a saber lo que Él quiere que hagas,  si no oras?

5. Si no oras,  cualquier cosa te podrá distraer. Si no oras podrás ser presa fácil del enemigo y te irás de la casa de tu Padre.

6. Consejo: Sé cómo el águila. El águila se remonta a las alturas y de lejos ve su presa, y pueden haber o presentarse presas mejores; pero ya ella no mira otra aunque hayan mejores. No se distrae  con otra. Ella toma la que ya vio desde antes. Se concentra  y es esa la que toma.  Pon tu mirada en Jesús y no dejes que las cosas del mundo te distraigan, aunque te parezcan “mejores o más bonitas”. No menosprecies  lo que el Padre te ha dado para ir tras vanas ilusiones.

7. Por último hermanos, el Señor  nos hizo libres, por eso el hijo pródigo se fue, haciendo uso de esa libertad, que luego convirtió en libertinaje, el cual lo arruinó en todo sentido. Pero… ¿Que dice la palabra de Dios acerca de esto?
Vamos al libro de  Gálatas  capítulo 5: 13 “Porque vosotros hermanos, a libertad fuisteis llamados, solo que no uséis la libertad como ocasión para la carne”.   En 1°. De Pedro  capítulo 2: 16, dice “Como libres, pero no como los que tienen  la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”.  La libertad que el Señor nos ha dado, debemos usarla para  su servicio.
RECUERDA: La casa de tu Padre, es el mejor lugar para vivir; nunca te vayas de ella, pero si ya te fuiste y tu vida no es lo que tu esperabas que fuera, regresa a casa, seguro que tu Padre celestial se alegrará y te hará una gran fiesta  igual que a mí.
Que Dios te bendiga rica y poderosamente.

Calepafo55@hotmail.com