LA REGLA DE ORO Y EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA LEY
2.-
Mateo
5:38:42 (leer hasta 48)
38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis
al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra;
40 y al que quiera ponerte a
pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 y a cualquiera que te obligue a
llevar carga por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que
quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a
tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a
vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro
Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que
hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si amáis a los que os
aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
47 Y si saludáis a vuestros
hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
48 Sed, pues, vosotros perfectos,
como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Jesús presento 6
ejemplos en cuanto a la observancia externa de la ley, dándole el verdadero
significado de cada una. En este caso toca el quinto ejemplo, que es una regla
judicial, aclarando que hay un justo castigo para cada crimen cometido.
Preguntémonos ¿Aplicamos
la ley de amor a nuestro prójimo?
Introducción: Los que logran hacer una distinción de la
dispensaciones, discuten en que tiempo era más difícil ser un buen creyente, si
en el tiempo de la ley o ahora en el tiempo de la gracia.
I.
EL CREYENTE TIENE QUE SER MISERICORDIOSO (vs. 38)
A. Vs. 38 “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente
por diente” Esta frase conocida como la ley del talión había sido mal entendida
por lo tanto mal aplicada.
B. Se había estado usando esta ley para tomar venganza
personal, cuando Dios había establecido instituciones encargadas de aplicar
justicia.
1) Una persona que accidentalmente hería a otra, corría
el peligro de perder la vida en manos de los familiares del accidentado.
2) Se mataban entre sí por ofensas menores.
3) No acudían a las cortes ni a los jueces para resolver
los problemas (Nm. 35:31)
C. Por esta razón Jesús aclara que esta ley había sido
dada para mostrar misericordia y justicia, y de esa manera evitar la venganza.
Servía para guiar a los jueces en la aplicación de una sanción debida.
D. Los deseos de vengarse corta la relación con Dios,
pueden enfermar a la persona en todas las áreas, mental, física y espiritual.
1) Cambia el semblante del rostro
2) Grita a los demás
3) Vive pensando en la manera de vengarse
4) Sus nervios y su presión sanguínea son alterados
5) Incluso pueden apresurar la muerte (ataque al corazón)
E. En Levítico 19:18 dice: “No te vengaras, ni guardaras
rencor a los hijos de tu pueblo, sino amaras a tu prójimo como a ti mismo. Yo
Jehová”
F. El creyente tiene la responsabilidad de ir más allá,
perdonar al ofensor, de esa manera muestra una actitud misericordiosa.
II.
EL CREYENTE TIENE ACTUAR CORRECTAMENTE (vs. 39)
A. Vs. 39 “Pero yo os digo: No resistáis al que es malo;
antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la
otra” Jesús enseña que no se tiene que actuar de la misma manera que el
atacante.
B. En cierta ocasión un cura-sacerdote intervino en una
pelea de casados, en el intento de evitar que el esposo borracho golpeara a la
esposa, recibió un golpe en la mejilla derecha, así que le mostró la mejilla
izquierda, a lo que el esposo borracho aprovecho y le dio otro golpe. El
sacerdote enojado golpeo al borracho diciendo “es mejor dar que recibir”.
C. Un golpe en la mejilla no necesariamente es un contacto
físico, puede ser:
1) Insultos
2) Miradas despectivas
3) Criticas destructivas (chismes)
4) Amenazas
D. Mostrar la otra mejilla va contra nuestra naturaleza,
por eso es difícil, significa evitar las confrontaciones, las peleas y palabras
hirientes. No se venga ni se resiente. El apóstol Pablo también lo menciona:
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
(Col. 3:13).
E. En vez de actuar mal y decir malas palabras, mejor
cambiémosla por acciones y palabras edificantes:
1) Halague la presencia del hermano (a)
2) Elogie sus triunfos
3) Reconozca los talentos de los demás
4) Sea amable
5) De un apretón de manos
6) Y si es posible un abrazo.
7) Aplauda los logros
III.
EL CREYENTE TIENE QUE SER GENEROSO (vs. 40)
A. Vs. 40 “y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la
túnica déjale también la capa” La capa era una vestimenta exterior semejante a
una manta larga.
B. El judío común lo usaba para protegerse de los vientos
fuertes, el levantamiento de arena y tierra, el caluroso sol, como cobija
cuando la noche lo tomaba por sorpresa en el camino. Era una prenda muy útil
por esa razón nunca se dejaba como garantía de un préstamo.
C. El creyente no puede pasarse la vida exigiendo sus
derechos y estando en pleitos con los incrédulos, y mucho menos en el tribunal,
a veces es necesario perder para seguir con un buen testimonio.
D. Estamos acostumbrados a recibir, nos gusta recibir,
pero pocos estamos dispuesta a dar. A la mayoría nos cuesta ser generosos ya
sea a manera personal o grupal.
E. Tenemos que ser generoso en:
1) La comida
2) La ropa
3) El dinero
4) Espacio físico (para descansar)
5) Con las palabras
6) Con el tiempo.
IV.
EL CREYENTE TIENE QUE CUMPLIR CON LOS DEBERES CIUDADANOS (vs. 41)
A. Vs 41 “y a cualquiera que te obligue a llevar carga
por una milla, ve con él dos” El imperio romano obligaba a sus súbditos hacer
trabajos extras si el caso lo ameritaba, como:
1) Acarrear agua
2) Alzar provisiones alimenticias y armas
3) Cargar un soldado herido
4) El mejor ejemplo lo tenemos cuando Simón de Cirene fue
obligado a cargar la cruz que Jesús no podía llevar (Mt 27:32).
B. Para nosotros una carga pesada de llevar puede ser:
1) Pagar los impuestos
2) Ir a votar por un candidato
3) Cumplir las normas de transito
4) Colaborar con la policía
C. Lo que Jesús resalto fue la actitud con la que se
tenía que cumplir, y esta no podía ser con resistencia, amargura, ni protesta
ni aflicción.
D. Sino que las cargas propias y la de los demás tienen
que ser llevadas con actitud de servicio ya que con eso cumplimos la ley de
Cristo (Gál. 6:2)
V.
EL CREYENTE TIENE QUE PRESTAR CON SABIDURÍA (vs. 42)
A. Vs. 42 “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de
ti prestado, no se lo rehúses” Jesús es puntual cuando se trata de ayudar al
prójimo.
B. Se tiene que prestar tomando algunas consideraciones,
algunas de las preguntas que se puede formular es:
1) ¿Apoya la flojera?
2) ¿Abusa de la caridad de los hermanos?
3) ¿Incentiva el descuido del trabajo?
C. Y otra consideración sería, si se cuenta con la
posibilidad de prestar, no está bien dar a los demás si hacemos pasar necesidad
a los nuestros.
D. El que recibe el préstamo es animado en su confianza
en Dios, aprende a ser más laborioso y es fomentado en su responsabilidad.
E. Por eso el apóstol Pablo confirma esta enseñanza
diciendo: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe” (Gál. 6:10). Todo creyente está llamado
a apoyar a los demás.
Conclusión: el creyente tiene que ser misericordioso,
tiene que actuar correctamente, ser generoso, buen ciudadano y prestar con
sabiduría.
LEYES SOBRE ACTOS DE VIOLENCIA
Éxodo 21: 12-25
12 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él
morirá.
13 Más el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso
en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.
14 Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y
lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.
15 El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.
16 Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si
fuere hallada en sus manos, morirá.
17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre,
morirá.
18 Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo
con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama;
19 si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo,
entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que
estuvo sin trabajar, y hará que le curen.
20 Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con
palo, y muriere bajo su mano, será castigado;
21 más si sobreviviere por un día o dos, no será
castigado, porque es de su propiedad.
22 Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y
ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les
impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces.
23 Más si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,
24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por
pie,
25 quemadura por
quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
1 LA LEY DEL TALIÓN
El término ley del talión (latín: lex talionis) se
refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma
imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. El término
"talión" deriva de la palabra latina "talis" o
"tale" que significa idéntica o semejante, de modo que no se refiere
a una pena equivalente sino a una pena idéntica. La expresión más conocida de
la ley del talión es "ojo por ojo, diente por diente" aparecida en el
Éxodo Antiguo Testamento.
Históricamente, constituye el primer intento por
establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño
producido en el castigo, siendo así el primer límite a la venganza.
La ley del talión pertenece al derecho penal y como ya vimos, consiste en hacer sufrir a la
persona, que delinquió, un daño igual al que causó. Responde a
situaciones socio-culturales en las que la justicia; es asunto de los particulares e introduce un
criterio de objetividad en el ejercicio de esa justicia. Ante el recurso legal
como medio disuasorio, Jesús ofrece la alternativa superior de un desarme del
corazón y del espíritu con capacidad para renunciar a todo tipo de compensación
y para desarmar al contrario por medio de la sorpresa de una actitud abierta y
liberal.
En primer lugar se enuncia el principio general: no hacer
frente al agresor, es decir, no recurrir a la violencia.
Este principio viene después explicado prácticamente a
base de casos gráficos, paradójicos, chocantes. Detengámonos en dos de ellos.
Al que te pone pleito para quitarte la túnica, dale
también la capa. La túnica era la prenda interior de vestir, la capa, la
exterior. Alguien te lleva a juicio por la ropa interior que llevas, pues cree
que se la has robado. Jesús te dice: dale también la ropa exterior. La
propuesta es de las de dejar a uno atónito, pues equivale a decir que te quedes
desnudo.
A quien te requiera para caminar una milla, acompáñale
dos. Los romanos, siguiendo una práctica persa, requisaban personas y animales
para la realización de servicios públicos. El caso contemplado por Jesús es el
del invasor romano obligando al judío a llevar una carga por espacio de un
kilómetro. La propuesta de Jesús es, de nuevo, para dejar atónitos: dobla la
distancia que te exige el invasor.
Versículos 43-48: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu
enemigo.
Aunque la ley a la que se refiere Jesús, y que está
recogida en Lv 19-18, habla sólo de amor al prójimo, en la práctica este amor
llevaba al aborrecimiento de los no judíos: los no judíos no eran
prójimo.(Recordemos la parábola del buen Samaritano)
La alternativa de Jesús propone a quien desconoce por completo este concepto es
la superación del concepto de “enemigo” con base en la actuación de Dios Padre. A esta razón
añade Jesús otra, de tipo amistoso-práctico: el discípulo suyo debe ser
diferente a las demás personas. Para concluir, con la invitación a ser
perfectos. Perfecto en el sentido de completo, abarcador. Este párrafo (Mateo 5:) es tal vez el texto bíblico que expresa con
mayor magnitud y ejemplariza de manera radical y absoluta la diferencia entre
un cristiano verdadero y una persona del común o un gentil. Como lo llama la
Biblia.
Ser cristiano, es
estar situado en el espacio que se abre más allá de la ley, más allá de lo
ordenado o lo prohibido.
"Pero yo os digo" ¡Ese “Pero” es el
espacio cristiano! El que se halla en él
no es que sea una “Buena persona” sencillamente es una persona diferente, lavada
por la sangre de Cristo, dispuesta a obedecer su única ley, la ley del amor. El
espacio cristiano, surge cuando se descubre a Dios como Padre. “Para que
seáis hijos de vuestro Padre que está en
los cielos” El Padre es la referencia que explica la razón de ser del cristiano (Porque somos hijos)
La ley del talión -ojo por ojo diente por diente- no
respira venganza sino justicia. Frente al sistema anárquico de venganza
personal indiscriminada, muchas civilizaciones antiguas, no sólo los hebreos, establecieron el
principio moderador del talión; que indica, que la medida del castigo
corresponda a la medida del perjuicio, sin excederla con sobrecargas. Ejemplo:
robaste cien, devolverás cien. "Si alguno causa una lesión a su prójimo;
como él hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por
diente. El que mate un animal, indemnizará por él; pero el que mate a un
hombre, morirá".
Supondría un paso de gigante para el buen orden del
mundo, el que esta ley gobernara la conducta personal y social. La ley del talión se usaría en una sociedad organizada, pero no es la
indicada ni tampoco definitiva para el
reino de la paz y del amor.
Jesús irrumpe con un espíritu nuevo: El amor al
enemigo. No es un nuevo Código Penal, ni la forma nueva con que los jueces
habrán de aplicar la ley. Es una irrupción salvadora de Dios en Jesús, que ha
de poner de manifiesto la debilidad y limitación de lo que pueda hacer el
hombre en pro de su liberación y por supuesto, la de toda la humanidad.
Que Dios les bendiga.
calepafo55@hotmail.com