jueves, 4 de septiembre de 2014

  LA REGLA DE ORO  Y EL VERDADERO  SIGNIFICADO DE LA LEY

2.-
Mateo 5:38:42 (leer hasta 48)     

38 
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

 Jesús presento 6 ejemplos en cuanto a la observancia externa de la ley, dándole el verdadero significado de cada una. En este caso toca el quinto ejemplo, que es una regla judicial, aclarando que hay un justo castigo para cada crimen cometido.
Preguntémonos  ¿Aplicamos la ley de amor a nuestro prójimo?
Introducción: Los que logran hacer una distinción de la dispensaciones, discuten en que tiempo era más difícil ser un buen creyente, si en el tiempo de la ley o ahora en el tiempo de la gracia.

I. EL CREYENTE TIENE QUE SER MISERICORDIOSO (vs. 38)
A. Vs. 38 “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente” Esta frase conocida como la ley del talión había sido mal entendida por lo tanto mal aplicada.
B. Se había estado usando esta ley para tomar venganza personal, cuando Dios había establecido instituciones encargadas de aplicar justicia.
1) Una persona que accidentalmente hería a otra, corría el peligro de perder la vida en manos de los familiares del accidentado.
2) Se mataban entre sí por ofensas menores.
3) No acudían a las cortes ni a los jueces para resolver los problemas (Nm. 35:31)
C. Por esta razón Jesús aclara que esta ley había sido dada para mostrar misericordia y justicia, y de esa manera evitar la venganza. Servía para guiar a los jueces en la aplicación de una sanción debida.
D. Los deseos de vengarse corta la relación con Dios, pueden enfermar a la persona en todas las áreas, mental, física y espiritual.
1) Cambia el semblante del rostro
2) Grita a los demás
3) Vive pensando en la manera de vengarse
4) Sus nervios y su presión sanguínea son alterados
5) Incluso pueden apresurar la muerte (ataque al corazón)
E. En Levítico 19:18 dice: “No te vengaras, ni guardaras rencor a los hijos de tu pueblo, sino amaras a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”
F. El creyente tiene la responsabilidad de ir más allá, perdonar al ofensor, de esa manera muestra una actitud misericordiosa.



II. EL CREYENTE TIENE ACTUAR CORRECTAMENTE (vs. 39)

A. Vs. 39 “Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” Jesús enseña que no se tiene que actuar de la misma manera que el atacante.
B. En cierta ocasión un cura-sacerdote intervino en una pelea de casados, en el intento de evitar que el esposo borracho golpeara a la esposa, recibió un golpe en la mejilla derecha, así que le mostró la mejilla izquierda, a lo que el esposo borracho aprovecho y le dio otro golpe. El sacerdote enojado golpeo al borracho diciendo “es mejor dar que recibir”.
C. Un golpe en la mejilla no necesariamente es un contacto físico, puede ser:
1) Insultos
2) Miradas despectivas
3) Criticas destructivas (chismes)
4) Amenazas
D. Mostrar la otra mejilla va contra nuestra naturaleza, por eso es difícil, significa evitar las confrontaciones, las peleas y palabras hirientes. No se venga ni se resiente. El apóstol Pablo también lo menciona: “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Col. 3:13).
E. En vez de actuar mal y decir malas palabras, mejor cambiémosla por acciones y palabras edificantes:
1) Halague la presencia del hermano (a)
2) Elogie sus triunfos
3) Reconozca los talentos de los demás
4) Sea amable
5) De un apretón de manos
6) Y si es posible un abrazo.
7) Aplauda los logros

III. EL CREYENTE TIENE QUE SER GENEROSO (vs. 40)
A. Vs. 40 “y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica déjale también la capa” La capa era una vestimenta exterior semejante a una manta larga.

B. El judío común lo usaba para protegerse de los vientos fuertes, el levantamiento de arena y tierra, el caluroso sol, como cobija cuando la noche lo tomaba por sorpresa en el camino. Era una prenda muy útil por esa razón nunca se dejaba como garantía de un préstamo.

C. El creyente no puede pasarse la vida exigiendo sus derechos y estando en pleitos con los incrédulos, y mucho menos en el tribunal, a veces es necesario perder para seguir con un buen testimonio.
D. Estamos acostumbrados a recibir, nos gusta recibir, pero pocos estamos dispuesta a dar. A la mayoría nos cuesta ser generosos ya sea a manera personal o grupal.
E. Tenemos que ser generoso en:
1) La comida
2) La ropa
3) El dinero
4) Espacio físico (para descansar)
5) Con las palabras
6) Con el tiempo.

IV. EL CREYENTE TIENE QUE CUMPLIR CON LOS DEBERES CIUDADANOS (vs. 41)
A. Vs 41 “y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos” El imperio romano obligaba a sus súbditos hacer trabajos extras si el caso lo ameritaba, como:
1) Acarrear agua
2) Alzar provisiones alimenticias y armas
3) Cargar un soldado herido
4) El mejor ejemplo lo tenemos cuando Simón de Cirene fue obligado a cargar la cruz que Jesús no podía llevar (Mt 27:32).
B. Para nosotros una carga pesada de llevar puede ser:
1) Pagar los impuestos
2) Ir a votar por un candidato
3) Cumplir las normas de transito
4) Colaborar con la policía
C. Lo que Jesús resalto fue la actitud con la que se tenía que cumplir, y esta no podía ser con resistencia, amargura, ni protesta ni aflicción.
D. Sino que las cargas propias y la de los demás tienen que ser llevadas con actitud de servicio ya que con eso cumplimos la ley de Cristo (Gál. 6:2)

V. EL CREYENTE TIENE QUE PRESTAR CON SABIDURÍA (vs. 42)
A. Vs. 42 “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” Jesús es puntual cuando se trata de ayudar al prójimo.
B. Se tiene que prestar tomando algunas consideraciones, algunas de las preguntas que se puede formular es:
1) ¿Apoya la flojera?
2) ¿Abusa de la caridad de los hermanos?
3) ¿Incentiva el descuido del trabajo?
C. Y otra consideración sería, si se cuenta con la posibilidad de prestar, no está bien dar a los demás si hacemos pasar necesidad a los nuestros.
D. El que recibe el préstamo es animado en su confianza en Dios, aprende a ser más laborioso y es fomentado en su responsabilidad.
E. Por eso el apóstol Pablo confirma esta enseñanza diciendo: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gál. 6:10). Todo creyente está llamado a apoyar a los demás.
Conclusión: el creyente tiene que ser misericordioso, tiene que actuar correctamente, ser generoso, buen ciudadano y prestar con sabiduría.


LEYES SOBRE ACTOS DE VIOLENCIA
Éxodo 21: 12-25 
12 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.

13 Más el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.

14 Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.

15 El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.

16 Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.

17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.

18 Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama;

19 si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen.

20 Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será castigado;

21 más si sobreviviere por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.

22 Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces.

23 Más si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,

24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

25 quemadura  por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

1 LA LEY DEL TALIÓN

El término ley del talión (latín: lex talionis) se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. El término "talión" deriva de la palabra latina "talis" o "tale" que significa idéntica o semejante, de modo que no se refiere a una pena equivalente sino a una pena idéntica. La expresión más conocida de la ley del talión es "ojo por ojo, diente por diente" aparecida en el Éxodo Antiguo Testamento.

Históricamente, constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño producido en el castigo, siendo así el primer límite a la venganza.

La ley del talión pertenece al derecho penal y  como ya vimos, consiste en hacer sufrir  a la  persona,  que delinquió,  un daño igual al que causó. Responde a situaciones socio-culturales en las que la justicia;  es asunto de los particulares e introduce un criterio de objetividad en el ejercicio de esa justicia. Ante el recurso legal como medio disuasorio, Jesús ofrece la alternativa superior de un desarme del corazón y del espíritu con capacidad para renunciar a todo tipo de compensación y para desarmar al contrario por medio de la sorpresa de una actitud abierta y liberal.

En primer lugar se enuncia el principio general: no hacer frente al agresor, es decir, no recurrir a la violencia.
Este principio viene después explicado prácticamente a base de casos gráficos, paradójicos, chocantes. Detengámonos en dos de ellos.

Al que te pone pleito para quitarte la túnica, dale también la capa. La túnica era la prenda interior de vestir, la capa, la exterior. Alguien te lleva a juicio por la ropa interior que llevas, pues cree que se la has robado. Jesús te dice: dale también la ropa exterior. La propuesta es de las de dejar a uno atónito, pues equivale a decir que te quedes desnudo.

A quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos. Los romanos, siguiendo una práctica persa, requisaban personas y animales para la realización de servicios públicos. El caso contemplado por Jesús es el del invasor romano obligando al judío a llevar una carga por espacio de un kilómetro. La propuesta de Jesús es, de nuevo, para dejar atónitos: dobla la distancia que te exige el invasor.

Versículos 43-48: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.

Aunque la ley a la que se refiere Jesús, y que está recogida en Lv 19-18, habla sólo de amor al prójimo, en la práctica este amor llevaba al aborrecimiento de los no judíos: los no judíos no eran prójimo.(Recordemos la parábola del buen Samaritano)

La alternativa de Jesús propone a  quien desconoce por completo este concepto es la superación del concepto de “enemigo” con base en   la actuación de Dios Padre. A esta razón añade Jesús otra, de tipo amistoso-práctico: el discípulo suyo debe ser diferente a las demás personas. Para concluir, con la invitación a ser perfectos. Perfecto en el sentido de completo, abarcador.  Este párrafo (Mateo 5:)  es tal vez el texto bíblico que expresa con mayor magnitud y ejemplariza de manera radical y absoluta la diferencia entre un cristiano verdadero y una persona del común o un gentil. Como lo llama la Biblia.
 Ser cristiano, es estar situado en el espacio que se abre más allá de la ley, más allá de lo ordenado o lo  prohibido.

"Pero yo os digo" ¡Ese “Pero”   es el espacio cristiano!  El que se halla en él no es que sea una “Buena persona”   sencillamente es una persona diferente, lavada por la sangre de Cristo, dispuesta a obedecer su única ley, la ley del amor. El espacio cristiano, surge cuando se descubre a Dios como Padre. “Para que seáis  hijos de vuestro Padre que está en los cielos” El Padre es la referencia que explica la razón de ser del  cristiano (Porque somos hijos)

La ley del talión -ojo por ojo diente por diente- no respira venganza sino justicia.                       Frente al sistema anárquico de venganza personal indiscriminada, muchas civilizaciones antiguas,  no sólo los hebreos, establecieron el principio moderador del talión; que indica, que la medida del castigo corresponda a la medida del perjuicio, sin excederla con sobrecargas. Ejemplo: robaste cien, devolverás cien. "Si alguno causa una lesión a su prójimo; como él hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. El que mate un animal, indemnizará por él; pero el que mate a un hombre, morirá".

Supondría un paso de gigante para el buen orden del mundo, el que esta ley gobernara la conducta personal y social.  La ley del talión se usaría  en una sociedad organizada, pero no es la indicada ni tampoco definitiva  para el reino de la paz y del amor.


 Jesús  irrumpe con un espíritu nuevo: El amor al enemigo. No es un nuevo Código Penal, ni la forma nueva con que los jueces habrán de aplicar la ley. Es una irrupción salvadora de Dios en Jesús, que ha de poner de manifiesto la debilidad y limitación de lo que pueda hacer el hombre  en pro de su  liberación y por supuesto, la de toda  la humanidad.      

Que Dios les bendiga.

calepafo55@hotmail.com

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