domingo, 10 de febrero de 2013

JUNTOS PERO NO REVUELTOS (Mensaje para las madres)

JUNTOS PERO NO REVUELTOS

(Mensaje para las madres)


Mateo 13: 24 -30
“Les refirió otra parábola, diciendo: el Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;  (Verso 25) Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. (Verso 26) Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. (Verso 27) Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿de dónde, pues, tiene cizaña? (Verso 28) Él les dijo: un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? (Verso 29) Él les dijo: no, no sea que al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. (Verso 30) Dejen crecer juntamente lo uno con lo otro hasta el tiempo de la cosecha; y al tiempo de la cosecha yo diré a los segadores: recojan primero la cizaña, y átenla en manojos para quemarla; pero recojan el trigo en m i granero”.
Queridas hermanas, vamos a comparar ésta parábola  que Jesús enseñó acerca del reino de los cielos, con nuestro hogar.
 Luego que nuestros hijos nacen y comienzan a crecer, vienen a desarrollarse una serie de vivencias, situaciones y experiencias, algunas agradables, bonitas, otras impresionantes; en algunas ocasiones, se presentan situaciones tristes, dolorosas, etc. Pero nosotras, las madres, siempre estamos allí, alentando a nuestros hijos, apoyándolos, aconsejando, amonestando o regañando, castigando. Pero estamos allí, pendientes de ellos, día a día, momento a momento, desde su levantarse hasta su acostarse. (baño, comida, ropa, enfermedad, colegio, tareas), todo lo que ellos necesitan para desarrollarse como personas, pero especialmente enseñándoles temor a dios, amor a dios, obediencia, valores, buenas costumbres, en otras palabras,  formamos  personas de valor, útiles al servicio del señor y a la sociedad. Es decir, con nuestros cuidados, regamos, abonamos  aquella semilla para que dé buen fruto.  Ahora bien, ponga mucha atención, porque esa labor no es tan fácil.

  
 MI CASA ES UN REINO

 1-en primer lugar, la palabra de Dios dice, que el padre de familia sembró buena semilla en su campo, al igual que él, usted y yo sembramos esa buena semilla que son las cosas que acabamos de mencionar. Pero así como crecen juntos el trigo y la cizaña en el campo, crecen nuestros hijos en el mundo. Crecen revueltos, mezclados, los unos con los otros: en un vecindario, en unas escuelas o colegios, en universidades y trabajos; con niños, con jóvenes y en fin, con personas de diversas costumbres buenas y malas. Así mismo ven programas de tv que no enseñan en la mayoría de los casos, nada constructivo. La música que escuchan por lo general es obscena.  Cuando ya son adultos es más difícil sujetarlos, pero en ningún momento los padres  debemos perder la autoridad, ni permitir que se nos salgan de las manos, antes de tiempo.
El enemigo, sembrará la semilla del mal, sembrará la cizaña; nuestros hijos estarán allí,  expuestos a esas influencias malignas  que son  las personas que se dejan utilizar por el enemigo, muchas veces sin darse cuenta; pero la labor de nosotras las madres  es estar siempre allí,  hacer presencia en todos los actos de la vida de nuestros hijos, con toda sabiduría, amor y templanza; porque al final, luego, cuando ya crezcan se verán los frutos de los que nacieron de la buena semilla.
 Ya sabemos lo que pasó con la cizaña, según la parábola.
Pero… ¿qué pasa con el trigo?
Dice la palabra: “recoged el trigo en mi granero”  y… ¿para qué?
¿Para qué sirve el trigo?    Para alimentar  a muchas personas. Para eso es la buena semilla que sembramos en nuestros hijos, como dije antes, para hacer personas útiles al servicio de Dios y de la sociedad.

Mateo 13: 36 al 43
“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: explícanos la parábola de la cizaña del campo.(Verso 37) Respondiendo el, les dijo: el que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre (Verso 38) el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo.(Verso  39)  el enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los  segadores son los ángeles. (Verso 40) De manera que como se arranca  la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. (Verso 41) Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su Reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad. (Verso 42)  y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Verso 43)  entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”
 Preste mucha atención: “recogerán de su reino”, del reino de Dios y así mismo de nuestro reino, ¿a quienes recogerán?  A todos los que sirven de tropiezo y hacen iniquidad. ¿Por qué?  Porque dentro del reino de Dios y de nuestro reino, (nuestro hogar)  ha crecido cizaña que no hemos detectado o no hemos arrancado por temor a arrancar junto con ella el trigo, esto es, por temor a perder nuestros hijos, a lastimarlos. A no querer correr el riesgo de que ellos tomen alguna represalia.
Recuerde que usted tiene que dar cuenta a Dios por los tesoros que le entregó, por esa semilla que le entregó un día para que usted la sembrara. No permita que los hijos de su reino sean arrancados y echados en el fuego. Corrija, castigue, recuerde que la palabra dice que el padre que ama a su hijo madruga a castigarle (sin maltrato).  Ahora, somos muy dados a creer todo lo que dicen los psicólogos  los cuales sin saberlo están siendo usados por satanás, diciéndole a las personas que a los niños hay que dejarlos ser, que no hay que decirles nada, cuando en realidad la palabra de Dios está diciendo todo lo contrario.
 Veamos lo que dice la palabra de Dios con respecto a los resultados de la corrección: dice hebreos 12:11:” es verdad que ninguna disciplina en el momento, parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible  de justicia a los que en ella (en la disciplina) han sido ejercitados”. Y también dice el más famoso de los proverbios, al respecto: “instruye al niño en su camino, que aun cuando fuere viejo, no se apartará de él” (del camino en el cual usted lo instruyó).
No le permita al enemigo entronarse en su reino. Usted es la responsable  de la salvación de su hijo, por lo menos hasta que él tome sus propias decisiones. Las madres estamos llamadas a pedirle a Dios sabiduría para orientar y educar a nuestros hijos, bajo su temor. Son muchas las cosas que una persona se abstiene de hacer  cuando tiene el temor de Dios en su corazón. Así mismo. Las personas que no tienen  ese temor, los hijos del mal son capaces de hacer cualquier cosa. Es muy difícil, que una persona se aparte de su camino después de adulta si no solo ha sido instruida en el bien con la palabra, sino además con buenos ejemplos. Recuerde este refrán: “si la palabra convence, el ejemplo arrastra”.

 Que Dios les bendiga
calepafo55@hotmail.com
09/05/2011.



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